La exclusión educativa en México

Por: Silvia A. Ojeda Espejel

La educación es un derecho humano fundamental y habilitante, pues posibilita el ejercicio de los demás derechos humanos. Es el instrumento esencial para que niñas, niños y adolescentes puedan desarrollarse plenamente y alcancen su máximo logro como personas, además de hacer posible su participación en la vida social. En las últimas décadas, los sistemas educativos de América Latina y el Caribe se han ampliado para recibir a una gran mayoría de niñas, niños y adolescentes entre los cinco y los 15 años de edad. México no ha sido la excepción y ha asumido el compromiso de brindar educación obligatoria desde preescolar hasta el nivel medio superior, lo que significa atender a la población de entre los tres hasta los 17 años, de acuerdo con la normatividad de la educación obligatoria (aunque recientemente se hizo obligatoria la educación superior). El sistema educativo nacional atiende a más de 36 millones de estudiantes, de los cuales, 25.4 millones se encuentran en la educación básica, ya sea en preescolar, primaria o secundaria.

Pese a los esfuerzos realizados, en México aún existen más de 4 millones de niños, niñas y adolescentes fuera de la escuela, de manera total o parcial. Adicionalmente, más de 600 mil niños y niñas en nuestro país están en riesgo de salir del sistema educativo de manera prematura. Son niños que ingresan tarde, que acumulan fracasos en sus resultados de aprendizaje, que no encuentran en la escuela experiencias que les permitan desarrollar al máximo sus capacidades, que viven en situaciones precarias o de discriminación o que no reciben respuestas a sus problemáticas particulares en la escuela. Son niños y niñas que el Sistema Educativo expulsa y a quienes muy difícilmente vuelve a ver en las aulas. 

Adicionalmente, existe otro tipo de exclusión. Ésta se refiere a todos aquellos niños y niñas quienes pese a encontrarse en la escuela, no aprenden lo necesario para continuar su trayectoria educativa. Según muestran los resultados del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) 2018, en lenguaje y comunicación, 49% de los estudiantes de 6º de primaria se ubican en el nivel de logro educativo insuficiente y 33% se ubican en nivel de logro básico (PLANEA 2018). Sólo 1 de cada 33 estudiantes logra un dominio sobresaliente, lo que significa que pueden comparar y evaluar textos narrativos, expositivos, argumentativos y dialógicos (p. ej. una entrevista) que pueden incluir gráficas, tablas y esquemas.

En el caso de matemáticas, 59% de los estudiantes se encuentran en el nivel de dominio insuficiente. Al salir de la primaria, saben calcular perímetros en figuras regulares y resolver operaciones básicas (sumas, restas, multiplicaciones y divisiones) con números naturales. Sin embargo, 1 de cada 12 niños o niñas alcanza un dominio sobresaliente. 

Según muestra el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2015, aplicada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a la edad de 15 años los estudiantes en México obtienen en promedio 416 puntos (la máxima puntuación la obtuvo Singapur: 556). Este puntaje promedio sitúa a México por debajo del promedio OCDE de 493 puntos y a un nivel similar al de Colombia, Costa Rica, Georgia, Montenegro, Qatar y Tailandia. Los jóvenes mexicanos de 15 años tienen una diferencia de más de 70 puntos por debajo de los estudiantes en Portugal y España, y una diferencia entre 20 y 60 puntos por debajo de los estudiantes en Chile y Uruguay, pero se sitúan por encima de los estudiantes de Brasil, la República Dominicana y Perú.  

Finalmente, de cada 100 estudiantes que entran a primero de primaria a la escuela, sólo 43 saldrán en tiempo y forma de la educación media superior. En el trayecto, la escuela pierde 57 estudiantes antes de concluir a en tiempo y forma su educación media superior.  

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