Microsoft mata la austeridad republicana

Por: Darío Celis

El hackeo en Pemex aún no concluye. Están tratando de recuperar computadoras sin perder información. El daño aún no es cuantificable y tardarán algunas semanas en tener dictámenes.

Participan en la remediación firmas nacionales y extranjeras, quienes determinarán lo que realmente sucedió y cómo lograron burlar los sistemas de seguridad tecnológica.

Pero al parecer, según fuentes de la Secretaría de Energía que encabeza Rocío Nahle, Pemex no renovó los contratos de licencia para pagos de anti-virus de todos sus servidores a Microsoft.

Hablamos de aproximadamente 2 mil servidores, la mayoría de Intel. La empresa de Bill Gates tenía el contrato, pero desde diciembre la petrolera a cargo de Octavio Romero dejó de pagarles.

Era un negocio de 14 millones de dólares el que tenía la filial a cargo de Enrique Perezyera. Fue adjudicado en junio del año pasado, todavía bajo la gestión de Carlos Treviño. Era por tres años.

Por los servidores, un área sensible y que se quedó totalmente desguardada desde hace 11 meses, entró el ransomware, un código malicioso que ya atacó a otras empresas en Estados Unidos.

De hecho, en México un virus similar afectó hace unos meses a Megacable, la de Enrique Yamuni. Y en Estados Unidos golpeó a hospitales y dependencias de gobiernos locales, como Texas.

El no haber pagado las licencias propició una desactualización del virus, que alguien de adentro “hospedó” en algún servidor y de ahí se espació al parque informático de la ex paraestatal.

Se calcula que Petróleos Mexicanos posee alrededor de 60 mil máquinas, tanto a nivel corporativo en su torre de Marina Nacional, como en múltiples oficinas fuera de la Ciudad de México.

La mayoría de esos equipos están infectados y apagados, porque si se encienden el virus se activa, encripta la información y genera otra contraseña que solo el hacker posee.

No hay sistema SAP para pagar a proveedores y otra área sensible igualmente afectada es el sistema Scada, que da seguimiento en tiempo real al flujo de hidrocarburos en los ductos.

Esta plataforma se ancla en un centro de datos y monitoreo que sigue en tiempo real el movimiento de las gasolinas por el sistema de ductos. Al estar suspendida abre un flanco al huachicol. También hay reportes de baja operatividad en plataformas de extracción en la Sonda de Campeche. Ayer, por ejemplo, se intentó sin éxito reactivar la red de la plataforma Ku H.

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