El posible robo de un libro de un libro, cuyo costo no superaría los 200 pesos, le podría costar al embajador en Argentina Óscar Ricardo Valero Recio Becerra su puesto.
El fin de semana se reveló un video en el que se observa al embajador tomando un libro de un estante y escondiéndolo en un periódico, para después salir del lugar. Vigilantes lo detuvieron y llamaron a la policía, sin embargo, fue dejado en libertad debido a su inmunidad de diplomático.
El canciller Marcelo Ebrard, ordenó su regreso a México y de ser culpable, ser separado de su cargo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió al embajador y dijo que es “una persona con trayectoria limpia en política exterior, es importante que se sepa, es un diplomático de carrera, un hombre con mucha cultura”.
El domingo también circuló un video en el que trabajadores del Gobierno de Ciudad de México, les quitan su mercancía a comerciantes ambulantes de origen indígena y en algunos casos les rompen sus pertenencias.
El gobierno se disculpó por estos hechos y dijo que realizará una investigación al respecto y se sancionará a los responsables.
¿Qué nos hace ser así?
¿Acaso el mexicano es ladrón de origen? ¿Qué motiva a un embajador que gana más de 200 mil pesos al mes, robar un libro que representa el 0.1 por ciento de su salario?
¿Somos provechados por nacimiento? O cuál es la razón de que con tanta saña un grupo de funcionarios decidan romper así las pertenencias de la gente. Sean ambulantes con o sin permiso, deberían existir protocolos de actuación para retirarlos sin generar un conflicto.
Lamentablemente se abusa en varias ocasiones de la posición de poder. Saber que puedo hacer algo malo o incorrecto y habrá impunidad, no habrá represalias.
Mexicanos tramposos
Si uno busca mexicanos tramposos o ladrones, encuentra más de 5 millones de resultados en internet. Muchas páginas incluyen a mexicanos que pusieron muy mal el nombre de México en el extranjero.
Mauricio Ortega, exdirector del periódico La Prensa, se robó jerseys de Tom Brady de las ediciones número 49 y 51 del Super Bowl. En su casa se encontraron otros elementos que habían sido reportados como robados. No fue condenado por estos hechos.
En 2007, Roberto Madrazo, excandidato presidencial del PRI en 2006, corrió el maratón de Berlín. Llego a la meta, sin embargo, se demostró que había hecho trampa y no había completado el circuito, por lo que fue descalificado.
¿Esta es la imagen que queremos dar al mundo?
