Rosario Piedra, indignada

indingnada

Autor: Martha Anaya

Fue la primera comparecencia ante el Congreso de la presidenta de la CNDHRosario Piedra. Y ahí, frente a legisladores de distintos partidos, alzó su voz.

—Primero, para denunciar el “costoso” fracaso del organismo que hoy preside: aún con una “dispendiosa estructura burocrática”, indicó, la CNDH no ha respondido a las necesidades ni expectativas ciudadanas, ni se ha conducido con transparencia. Su inutilidad, explicó, no es problema de personas, sino estructural, pues fue concebida en gobiernos neoliberales como escaparate para consumo del extranjero, para dar una imagen favorable al gobierno.

Desde el punto de vista de la ombudsperson, la CNDH era uno más de esos organismos sólo en apariencia autónomos, estructuralmente diseñados con fines cosméticos para administrar los problemas de los gobiernos en turno, esconder los abusos de poder y poner en la congeladora conflictos que no eran de interés de los gobernantes o que le resultaran incómodos.

—Luego, para presumir logros de los casi tres meses que lleva su gestión: acabar con los altos sueldos. Se retabularon los sueldos de los altos mandos —apuntó la activista—; se eliminaron los bonos, primas, ayudas y falsos estímulos y retiramos los celulares… “Hemos cancelado la plaza ocupada por la chef de la anterior administración, que, por cierto, gozaba de un salario no de cocinera, sino de homóloga a jefe de departamento, y sus ayudantes tenían puesto de analistas”.

—Y después para mostrar su indignación ante hechos como los siguientes: entre enero 2015 y junio de 2019, reveló, la Comisión gastó más de 8 mdp en comidas, reuniones y 537 viajes —82 de ellos al extranjero—; y en ese mismo periodo se otorgaron a la oficina de la Presidencia viáticos por un millón 929 mil 490 pesos.

“Esto no va a volver a pasar”, aseguró. ¿Algún pronunciamiento importante de la presidenta de la CNDH en relación al problema con los migrantes en la frontera sur? ¿Al papel de la Guardia Nacional? ¿A los altos índices de violencia? ¿A la incertidumbre que ha generado la desaparición del Seguro Popular y la creación del Insabi? Que está al pendiente…

Vaya, ni al diputado Porfirio Muñoz Ledo le permitieron sus compañeros de Morena tomar la palabra para referirse con el tema de los migrantes o incomodar de algún modo a la presidenta de la Comisión. “No somos un partido de Estado”, alcanzaría a revirar el ex presidente de la Cámara al tiempo de abandonar el salón. Gustavo Madero, senador por el PAN, no se quedaría con sus pensamientos guardados. Le diría a Rosario Piedra con todas sus letras: “Su obligación es defender a las víctimas, no defender a la actual administración”. Ése era en realidad el fondo —y el marco— de la comparecencia.

Recommended Posts