Las no respuestas del amigo Baldemar… y de Zoé Robledo

Zoe Robledo y Baldemar sin respuesta

Salvador Camarena

En medio de la pandemia hay empresarios, y funcionarios, que no entienden que la transparencia es un valor esencial de la credibilidad. Que sin la primera, no podrán ser actores confiables en medio de una crisis sanitaria de dimensiones desconocidas para varias generaciones. Va un caso donde faltan respuestas de empresario y funcionario, por lo que se abre la duda de si en medio de la pandemia algunos no están haciendo su agosto con la complicidad de amigos funcionarios.

Va el relato del caso de Baldemar (o Valdemar, pues se firma de las dos maneras) Pérez Ríos, quien está dejando mal, muy mal parado a Zoé Robledo, director del IMSS.

A lo largo de abril, periodistas de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad han dado información sobre una importante, y a la postre peculiar, compra del Instituto Mexicano del Seguro Social.

El IMSS, revelaron esos periodistas, había adjudicado de manera directa (sin concurso, como se puede ahora por la emergencia sanitaria) un contrato por 93 millones de dólares a una empresa para comprar 2,500 ventiladores.

Esa nota se publicó el 3 de abril, y se establecía un precio por unidad de entre 13 mil 450 dólares y 29 mil 500 dólares por los diferentes tipos de ventiladores. El contrato, localizado en Compranet, no daba mayores detalles de la identidad del vendedor, salvo el nombre Levanting Global Servicios LLC. https://contralacorrupcion.mx/coronavirus-imss-compra-ventiladores/

Cuatro días después, otra periodista de ese equipo publicó dudas de gente del medio de los aparatos biomédicos. Competidores con décadas de experiencia en ese campo, y la presidenta misma de ese gremio, manifestaron sus dudas sobre la experiencia de la empresa vendedora, dado que nunca la habían oído nombrar, así como sobre la idoneidad de los términos de la transacción. https://contralacorrupcion.mx/ventiladores-imss-covid-19/

Finalmente, un día después (8 de abril), un reportero de MCCI desvelaría que el giro formal de Levanting Global Servicios LLC eran los negocios petroleros, no los biomédicos o farmacéuticos; pero más allá de eso, en esa nueva investigación se revela que el fundador y dueño de esa empresa había sido sancionado tanto en México como en Estados Unidos por diversas irregularidades.

En el caso de EU, la sanción la impuso, ni más ni menos que la SEC, la Comisión de Bolsa y Valores, que luego de una investigación por irregularidades en una empresa en la que colaboraba, “a Baldemar lo sentenciaron con la prohibición de no volver a desempeñarse como funcionario o director de cualquier empresa emisora de valores”. https://contralacorrupcion.mx/ventiladores-imss-levanting-global-covid-19/

En México, la sanción llegó de parte de Pemex, donde en la primera década de los años 2000, Baldemar estuvo involucrado con empresas que fueron descubiertas falseando información a fin de conseguir un contrato.

Esos son algunos de los antecedentes del nuevo contratista del IMSS para la pandemia. Quizá a pesar de ese pasado, Baldemar tuvo mucha suerte y estaba en el lugar correcto y en el momento para que le “cayera” un contrato para ventiladores que podrían salvar la vida de mexicanos. En mi pueblo les dicen de otra manera, les apodan como a aquel que nunca podía atrapar al correcaminos, pero ya ven cómo son en mi pueblo de llevados.

En cambio aquí Baldemar sí atrapó el contrato. Lo que no ha dicho en múltiples entrevistas que ha dado luego de que MCCI reveló detalles legales de su carrera, es cómo llegó al IMSS para vender 2,500 ventiladores, quién le hizo la invitación, pues parece que sólo lo invitaron a él; si le dijo a esa institución de sus sanciones, en EU y en Pemex; si le dio margen al Seguro Social de regatear el precio, cuándo ocurrieron esos contactos entre Baldemar e IMSS, porque la pandemia lleva más de tres meses, así que los tiempos cuentan.

Y las preguntas para Zoé Robledo, el gran ausente de temas como el multicontagio por Covid-19 de personal médico en Monclova: ¿él responde por Baldemar? ¿Puede dar una respuesta clara y convincente de por qué no se salió a ver si había otros posibles proveedores de tal equipo incluso en medio de la pandemia? ¿Por qué no se licitó, pues, ese contrato? ¿Sabía Robledo de los complicados antecedentes de este proveedor? ¿Lo mandó investigar? ¿Sí? ¿Y fue por la urgencia del material que vio esos antecedentes como tema menor (cosa que podría ser)? ¿No lo mandó investigar antes? ¿Y después? ¿Cuando se publicaron las investigaciones periodísticas revisó el caso? ¿Le gusta su proveedor?

De eso como las anteriores no hablan ni Baldemar, que da entrevistas aquí y allá, ni menos el mago (por aquello de que desaparece) Zoé. Estas son, hasta hoy, sus no respuestas. Veremos qué pasa en adelante.

Recommended Posts