En 2001, el Centro Federal de Readaptación Social número 2 Occidente, mejor conocido como Puente Grande, se volvió famoso debido a la fuga de su más prisionero más famoso. Joaquín “Chapo” Guzmán. 19 años después, ese penal cerrará sus puertas.
En la edición del Diario Oficial de la Federación de este lunes, se anuncia que los reos ahí detenidos, serán reubicados. Los trabajadores de ese centro penitenciario también serán enviados a otros lugares y se respetará su antigüedad y derechos laborales.
En la exposición de motivos, menciona que “es necesario generar acciones para la modernización y reingeniería en materia penitenciaria, privilegiando lo establecido en el artículo 18 de nuestra Carta Magna que señala que el sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos, el trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir”
La dirección general de Administración de Prevención y Readaptación Social señaló que la SSPC determinará en su momento el destino final del bien inmueble que ocupaba el penal federal.
Un penal saturado y en malas condiciones
El penal, que en algún momento fue conocido por Puerta Grande por sus fugas, estaba en malas condiciones. Tenía una población de seis mil 903 personas, cuando su capacidad es de 2 mil 992. Esto provocada hacinamiento y malas condiciones de salud
Ahora con la pandemia de covid-19, el lugar fue un foco de infección, mismas que alcanzaron al director del penal, quien tuvo que ausentarse.
Entre sus huéspedes más famosos se encuentran los narcotraficantes como el Mochomito, Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, y Miguel Félix Gallardo, líder del cártel de Guadalajara.
