#Reportaje: Falta de empleo en AL y Estados Unidos pegó a migrantes por igual

Por Gabriela Rivera

@gabs_07

La pandemia de COVID-19 dejo sin empleo y sin dinero a miles de inmigrantes de América Latina, tanto a los mexicanos que viajan a Estados Unidos en busca de mayores ingresos, como a los centro y sudamericanos que han llegado a territorio mexicano en busca de mejores oportunidades.

El confinamiento, el cierre de empresas y la caída en la economía afectó severamente a este grupo, que se encuentra a merced de las circunstancias del lugar donde habita.

El estudio Efectos de la COVID-19 en la población migrante, elaborado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), muestra cifras alarmantes sobre lo que están viviendo los migrantes de la región:

  • 51% de ellos perdió su empleo
  • Solo 2 de cada 10 tienen trabajo actualmente
  • 40% de los que tienen empleo, vieron disminuido su sueldo.

Los mexicanos que se encuentran en Estados Unidos han sufrido para mantener su empleo. Carlos Orea Alonso, presidente de la Casa del Migrante Poblano AC, aseguró que 40% de los poblamos que trabajan en California no han regresado a trabajar, pese a que se abrieron los centros de trabajo y el gobierno trabaja para reactivar la economía.

Los inmigrantes mexicanos y centroamericanos que viven en el país vecino se han sumado a los 22 millones de personas que perdieron su empleo a causa de la pandemia. Sin embargo, ellos no están incluidos en el paquete de estímulos fiscales que emitió el gobierno de Donald Trump este año.

Datos de organizaciones de inmigrantes estiman que más de la mitad de los migrantes que no están recibiendo ayudas económicas están ubicados en California, Nueva York, Florida, Texas, Illinois y Nueva Jersey. 

Sin embargo, y para sorpresa de todos, los inmigrantes mexicanos no han dejado de enviar remesas a sus familias en el país.

Silvana Alaniz, dueña del restaurante El Rincón en San Ysidro, fue de las pocas afortunadas que tuvo trabajo en medio del confinamiento, ya que la gente seguía formando para comprar el tradicional menudo que prepara. Gracias a ello, pudo mantener a su familia y enviar dinero a su papá en México.

Aquellos que no han corrido con tanta suerte tampoco han dejado de enviar dinero a sus familias en México, y han estado sacando sus ahorros. Gracias a esto, México recibió 19 mil 100 millones dólares en remesas durante el primer semestre del año, lo que significa 10% más de lo que recibió en el mismo periodo del 2019, según datos del Banco de México.

Esto ha permitido a las familias de los estados con más migración y carencias mantenerse y enfrentar la crisis económica por la falta de empleos. Las remesas también han servido para mantener la económica a nivel nacional.

“El nuestro (modelo económico) está demostrando su eficacia al meter recursos al destinar presupuesto abajo, acompañado con las benditas remesas, lo que envían nuestros paisanos a sus familiares, que va para convertirse en un récord este año, podemos llegar a los 40 mil millones de dólares, es la principal fuente de ingresos que va tener nuestro país, las remesas este año, a pesar de la pandemia”, dijo Andrés Manuel López Obrador en un mensaje en agosto pasado.

El problema es que los ahorros de los migrantes no son infinitos y en algún momento se terminarán, lo que provocará un descenso importante en las remesas, estiman especialistas como Alejandro Díaz Bautista, investigador del Colegio de la Frontera.

Y mientras los mexicanos sufren en Estados Unidos, los centroamericanos que están  en México también padecen los estragos de la pandemia.

“Por su rápida propagación y como parte de las medidas sanitarias, 92% de los países del continente americano ya habían cerrado sus fronteras para el 6 de abril de 2020, generando importantes cambios en la movilidad global con afectaciones en los servicios de aerolíneas, transportes terrestres y marítimos, manejo de fronteras y en las políticas migratorias”, señala en informe de la OIM.

Por esta razón, a los cientos de migrantes que ya se habían instalado en México, se sumaron otros tantos que no pudieron continuar su viaje a Estados Unidos y han tenido que buscar opciones de empleo, casi todos en el comercio informal.

Venezolanos como Carlos, optaron por instalarse en el país y entrar al negocio del delivery a través de las distintas plataformas. Con el poco dinero que tenía, compró una bicicleta y ahora se dedica a entregar comida en la ciudad de México. Todos los días hace una parada en el Mc Donalds de Narvarte, donde come una hamburguesa “de las baratas” en lo que espera que lleguen más pedidos.

“Esta zona tiene mucho trabajo a ciertas horas y me conviene esperar por aquí, ya que el otro día me toco ir hasta Iztapalapa y me perdí”, cuenta el hombre de 45 años.

Los que están de paso, buscan opciones temporales o programas que ofrece el gobierno de López Obrador, quien ha garantizado que se dará empleo a los migrantes que se encuentren en territorio nacional.

Si bien esto ayuda a los migrantes, la ciudadanía mexicana ha manifestado su malestar y rechazo a esta políticas, señalando que no se ha dado el mismo apoyo a los mexicanos que están desempleados y que tampoco tienen dinero suficiente para subsistir.

De hecho, desde el año pasado, diferentes sondeos hechos por medios de comunicacion y encuestadoras han revelado que al menos seis de cada 10 mexicanos rechaza la llegada de más inmigrantes a México y consideran que el gobierno debe cerrar la frontera sur.

Pese a la situación que viven en los países de paso o a los que llegan a vivir, los migrantes insisten en salir de sus lugares de origen en busca de mejores condiciones de vida. 

El estudio de la OIM señala que 84% de los encuestados planea retomar su viaje en cuanto se levanten los confinamientos y sea seguro viajar. Incluso, este 1 de octubre salió una nueva caravana de migrantes hondureños, que busca llegar a la frontera con México y seguir su cambio a Estados Unidos.

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