#Reportaje: 6 menores asesinados todos los días, el saldo de la pandemia

Por Gabriela Rivera

@gabs_07

En 2020, 10 mil menores fueron atendidos en hospitales por lesiones y agresiones que recibieron en su casa, derivadas de la violencia intrafamiliar; y hasta seis menores son asesinados todos los días, ya sea en su hogar o en la comunidad en la que viven. 

Pese a los llamados de las organizaciones y el incremento de los casos de maltrato y asesinato de menores durante este año, el gobierno ha hecho caso omiso a la situación que viven niños, niños y adolescentes mexicanos en medio de la crisis sanitaria. 

En mayo pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo una serie de comentarios desafortunados sobre la situación de violencia que estaban viviendo mujeres, niños, niñas y adolescentes durante los primeros meses de la pandemia.

“La familia en México es excepcional, es el núcleo humano más fraterno, esto no se da en otras partes, lo digo con todo respeto. Entonces si queremos medir violencia familiar en México con los mimos parámetros de otras partes del mundo no aplica del todo”, dijo en una conferencia de prensa.

Desde entonces no ha vuelto a hablar sobre el tema, mientras la violencia en distintas expresiones sigue afectando a los menores, en distintos niveles.

En noviembre pasado —ocho meses después de que empezara la crisis sanitaria— la organización Save The Children reportó que tan solo este año, 10 mil menores han recibido atención hospitalaria a causa de las lesiones que les han ocasionado dentro de su casa

Desde mediados de marzo, cuando comenzó el confinamiento a causa de la pandemia de COVID-19, tanto este organismo como UNICEF advirtieron que la violencia intrafamiliar aumentaría y que el hogar de muchos menores se volvería un lugar de riesgo.

Apenas el mes pasado, dos menores fueron rescatados de su domicilio en la alcaldía Iztapalapa, luego de que en una llamada anónima se denunciara el maltrato que sufrían los dos niños. Cuando los agentes ingresaron al domicilio, detectaron huellas de maltrato y falta de higiene. 

Ellos tuvieron suerte, la llamada telefónica de un desconocido les salvó la vida. Otros como Jennifer no sobrevivieron al abuso en el hogar: la menor de 5 años murió por los golpes que le propinó su padrastro. Esto ocurrió el 8 de abril, apenas tres semanas después de que iniciara el confinamiento.

“La pérdida de empleos e ingresos, y otros elementos de estrés intrafamiliar son factores de riesgo asociados a aumentos de la violencia contra la infancia y, tristemente, esos están presentes en muchos hogares en el país en estos momentos”, dijo Christian Skoog, representante de Unicef en el país, en un comunicado publicado en noviembre pasado.

Los asesinatos de menores es otro problema que preocupa a las organizaciones, ya que hasta 6 menores son asesinados diariamente, ya sea dentro de sus hogares —como Jennifer— o en la comunidad en la que habitan. 

Uno de los casos que más conmocionó a la CDMX en los últimos meses es el de Mario, de 14 años, quien apuñaló a sus primos de 13 y 7 años en una fiesta familiar, donde aparentemente hubo una riña entre los asistentes. El hecho, ocurrido dentro del núcleo familiar, reveló otro tipo de violencia ocurrida en estos meses de pandemia. 

https://twitter.com/oGonzalez_R/status/1328951340790386688?s=20

Y a esto hay que sumarle los asesinatos de niños en la comunidad que viven, como el caso de 

Tadeo, de 4 años, quien fue asesinado en Caborca, Sonora, luego de que el vehículo en el que viajaban con su padre fuera confundido por un grupo armado de la región. Los delincuentes dispararon al auto y tanto Tadeo como su papá de 22 años, perdieron la vida. 

Las organizaciones nacionales e internacionales han hecho distintos llamados a las autoridades para proteger a los menores de los distintos tipos de violencia que han padecido este año. Sin embargo, hasta ahora no ha habido resultados concretos que contribuyan a cuidar a los menores. 

“Las consecuencias del COVID-19 en la infancia y adolescencia en México no serán causadas mayormente por la enfermedad en sí; serán más bien secuelas de las medidas necesarias para prevenir el contagio”, aseguró Skoog.

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