La Comisión de Competencia Económica, en un comunicado expuso los motivos por lo que la iniciativa preferente, enviada al Congreso, para reformar a la Ley de la industria eléctrica NO tiene que ser aprobada.
La iniciativa lesionaría severamente las condiciones de competencia en la generación y comercialización de la energía eléctrica en México, de ser aprobada en los términos en los que se envió.
La COFECE expone los motivos por los que NO tiene que ser aprobada la Reforma Eléctrica:
1) Elimina la regla de despacho de la electricidad más barata para beneficiar artificialmente a la CFE, en detrimento de otros generadores.
2) Restringe injustificadamente el acceso abierto a las redes de transmisión y distribución.
3) Permite a la CFE adquirir electricidad por métodos no competidos, eliminando la necesidad de hacer subastas.
4) Otorga amplia discrecionalidad a la CRE para decidir sobre el otorgamiento (o no) de permisos para operar como generador o suministrador.
La COFECE señala que esas reglas afectarían el modelo de la industria eléctrica de México previsto en la Constitución Política, el cual establece un régimen de competencia en los eslabones de generación y suministro.
Sí se aprueba la reforma, sería desalentadora para la realización de proyectos basados en fuentes de energía limpias y con ello se afectarían las condiciones de abasto y precio de la electricidad en perjuicio de las empresas y hogares mexicanos.
La COFECE indica que en un contexto de recuperación económica es especialmente importante alentar inversiones nuevas y procurar condiciones de eficiencia para que, mediante la competencia, las tarifas de la electricidad sean lo más bajas posibles.
La Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) remitió al Congreso de la Unión su opinión en la que recomienda NO aprobar en los términos propuestos la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica (Iniciativa), ya que podría afectar severamente el proceso de competencia y libre concurrencia en los eslabones de generación y comercialización de energía eléctrica.
La COFECE apunta que de entrar en vigor la reforma, podría traducirse en tarifas finales de suministro eléctrico más altas, que deberían pagar los consumidores y/o el gobierno mediante subsidios.