Acusa la existencia de una “secta” que quiere imponer una `maximato político´, ideológico y militar
En una reveladora declaración, el exsenador morenista Alejandro Rojas Díaz Durán ha arremetido contra la facción autoritaria de su propio partido, acusando a esta de buscar instaurar un “maximato” en México. Las fuertes declaraciones fueron realizadas durante un video difundido en sus redes sociales, donde denuncia la existencia de una ala dogmática y antidemocrática que, según él, tiene control sobre la dirigencia de Morena.
Rojas Díaz Durán, quien ocupó el escaño del senador Ricardo Monreal Ávila durante un período, señaló que decidió silenciarse en la tribuna del Senado ante la presión de esta facción interna. En el video, califica a esta vertiente como “dogmática, intolerante, autoritaria y muy antidemocrática”, sosteniendo que tiene secuestrada la dirección del partido.
El exsenador acusa a esta facción de buscar extender el mandato del presidente López Obrador mediante un “maximato político, ideológico y militar”. Afirma que intentan imponer un pensamiento único en el país y cita el caso de obligar a Claudia Sheinbaum a desconocer acuerdos previos, subrayando la resistencia a la pluralidad política e ideológica dentro del movimiento.
Qué Sheinbaum se sacuda “la sombra del caudillo”
Rojas Díaz Durán se refiere a esta situación como una especie de “secta” que busca acallar a aquellos que no se alinean con sus ideas. Expone la intención de censurar redes sociales y penalizar a quienes piensan diferente, destacando la postura intolerante hacia la oposición.
En cuanto a Sheinbaum, el exsenador espera que “se sacuda la sombra del caudillo” y que, en caso de asumir el bastón de mando, lo haga de manera democrática e incluyente. Subraya la preocupación por no regresar al presidencialismo absolutista que someta al Poder Judicial y Legislativo, criticando la falta de cumplimiento de las promesas de gobierno de Morena, como el respeto a la Constitución y la autonomía del Poder Judicial.
Quieren someter a la Corte
Rojas Díaz Durán advierte sobre la intención de ver a una Corte sometida a los caprichos del presidente y un Poder Legislativo que no modificará ninguna iniciativa. Concluye denunciando que la dirigencia de Morena no lo callará, reafirmando su compromiso de seguir defendiendo las mejores causas del pueblo mexicano.
Estas declaraciones reveladoras ponen de manifiesto las tensiones internas en Morena y plantean preguntas sobre el futuro del partido y su impacto en la política mexicana.