El poblado de Texcapilla, ubicado en la zona montañosa del sur del Estado de México, amaneció este fin de semana envuelto en desolación y temor después de un violento enfrentamiento entre los habitantes y miembros de la organización criminal ‘La Familia Michoacana’ en Texcaltitlán. Las escasas viviendas y comercios permanecieron cerrados con puertas y cortinas, reflejando la inquietud que se apoderó del lugar.
La confrontación ocurrió el viernes 8 de diciembre, cuando comuneros y comuneras decidieron tomar justicia por mano propia al emboscar a un grupo de 10 presuntos miembros de la organización criminal. La turba, enardecida por el hartazgo de la extorsión sufrida a través de sus plantíos de haba y avena, linchó a los individuos con machetes, palos y piedras, posteriormente descuartizándolos a machetazos, rociándolos con algún carburante y prendiéndoles fuego.
El temor se alojó en Texcapilla
El temor a represalias por parte de ‘La Familia Michoacana’ ha sumido a Texcapilla en un ambiente de miedo generalizado. Las calles y caminos de terracería permanecen prácticamente desiertos, con la población evitando salir por temor a posibles represalias.
Las autoridades estatales y federales han desplegado un fuerte operativo en la zona para salvaguardar la seguridad de los habitantes. Soldados, efectivos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y Policías de Investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México se encuentran listos para intervenir en caso de amenazas a la población.
La escena del crimen, ubicada en el campo de fútbol de la localidad, muestra rastros de la violencia desatada. Restos carbonizados de vehículos utilizados por los delincuentes, prendidos por la turba, evidencian la crudeza de los acontecimientos. Además, se encuentran esparcidos por la zona pedazos de ropa militar, cartuchos percutidos y restos humanos calcinados.
El delegado comunal de Texcapilla, Noé Olivares Alpízar, quien organizó la resistencia de su pueblo, perdió la vida en el enfrentamiento. Las muestras de pesar se han hecho evidentes en redes sociales, reflejando el duelo y la conmoción que envuelven a la comunidad de Texcapilla.
Barbarie en Texcapilla, reflejo de la ausencia de gobierno
El periodista Carlos Puig señaló la gravedad de los acontecimientos y precisó que el acontecimiento será recordado por mucho tiempo debido a la cantidad de muertos, la brutalidad de los asesinatos y la difusión en redes sociales.
En su análisis, Puig destacó que esta no es la primera vez que ocurre un evento de esta naturaleza y, lamentablemente, no será la última. Sin embargo, planteó la necesidad de abordar el problema en todas sus dimensiones si se pretende resolverlo a partir de 2025. Hizo referencia a un texto de Claudio Lomnitz, quien explica cómo la llamada “transición neoliberal” propició la formación de un nuevo tipo de Estado caracterizado por el abandono de la administración de la justicia y la policía, con un enfoque en la consolidación de la soberanía y la concentración de poder en la Presidencia de la República, junto con la creciente importancia de las fuerzas armadas.
Cuerpos de seguridad, sin papel preventivo
En cuanto a la presencia policial, Puig destaca la ausencia de agentes en los videos del enfrentamiento y señala que las fuerzas militares llegaron cuando ya no tenían un papel preventivo. Además, cuestiona la falta de atención a largo plazo de las autoridades a las fuerzas policiales municipales, subrayando la importancia de abordar este aspecto para resolver los problemas de seguridad.
¿Barbarie o justicia?
En otro aspecto, Puig critica la justificación de los actos de los pobladores por parte de algunos sectores, señalando que el término correcto para describir lo sucedido es “barbarie” en lugar de “justicia”. Expresa preocupación por el ánimo social que respalda este tipo de acciones cuando la ausencia del gobierno es evidente, subrayando que la situación empeora cada vez más.
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Con información de Milenio y El Financiero.