La organización Amnistía Internacional (AI) advirtió que nuestro país se dirige “hacia el abismo” en materia de derechos humanos, por la militarización del país y la impunidad en los feminicidios
De cabeza hacia el abismo en derechos humanos
Amnistía Internacional (AI) elaboró el informe “México: ¿De cabeza a toda marcha hacia el abismo en derechos humanos?”, el cual entrega a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para realizar un Examen Periódico Universal (EPU) de México. En este examen, la ONU evaluará el estado de las libertades fundamentales en el país.
El documento de AI puso énfasis en los altos niveles de impunidad que existen en el país y advierte por irregularidades en las investigaciones de delitos como feminicidios, tales como “pérdida de pruebas, falta de investigaciones adecuadas, falta de aplicación de una perspectiva de género y amenazas a las familias de las víctimas“.
“Pese a que se han activado 25 alertas de violencia de género contra las mujeres en 22 estados del país, persiste la impunidad en las investigaciones de feminicidios”, señala el documento. En este sentido, destaca que entre 2018 y mayo de 2023 fueron asesinadas 20,292 mujeres y, de estos casos, únicamente 5,065 casos se han investigado como presunto feminicidio.
¿Qué está fallando en México?
De acuerdo con el documento de Amnistía Internacional, otro factor que pone en riesgo el cumplimiento de derechos es el hecho de que actualmente “las más altas autoridades estigmatizan la lucha de periodistas y personas defensoras de los derechos humanos que cuestionan las acciones del gobierno”.
Además, advierte que el sistema de justicia penal se ha utilizado como un “mecanismo de disuasión para quienes protestan”, principalmente para defensores de derechos medioambientales. A ello se suma que México es “uno de los países más peligrosos del mundo” para los periodistas, con 32 profesionales de la comunicación asesinados entre 2020 y 2022. Todo lo anterior, en un país que en los últimos cinco años ha empoderado (como hace décadas no se veía) a las Fuerzas Armadas, asignándoles proyectos y responsabilidades del ámbito civil.
“La participación de las Fuerzas Armadas en la vida pública ha hecho aumentar la probabilidad de que una persona sea víctima de tortura sexual durante su detención (…) y ha fomentado una falta de verdad, transparencia y rendición de cuentas”, señala el reporte de AI entregado a la ONU.
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Con información de Latinus