La preocupación por la disponibilidad de agua en México alcanza niveles críticos mientras el país enfrenta una sequía que afecta al 95% de su territorio.
En medio del ajetreo y el bullicio característicos de la Ciudad de México, se gesta una crisis silenciosa pero alarmante: la escasez de agua potable. Este vital recurso, esencial para la vida humana y el funcionamiento de la sociedad moderna, se encuentra en peligro debido a una serie de factores que han convergido para crear una situación de emergencia en la capital del país.
La crisis hídrica se manifiesta con mayor intensidad en la Ciudad de México, donde 289 colonias en diez alcaldías, de las 1,812 que conforman la capital, llevan semanas sin una gota de agua. Esta situación pone de relieve la vulnerabilidad del suministro hídrico en una de las ciudades más pobladas del mundo, esto mientras autoridades de los tres niveles de gobierno evaden dar respuestas a la población. Un ejemplo claro es el hecho de que a semanas de que comenzara la crisis de abasto de agua y la sequía, el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha hecho mención alguna del problema en sus “tradicionales” conferencias de prensa “mañaneras”.
La magnitud del problema
La magnitud del problema es evidente al observar que un preocupante 45% de los capitalinos experimentan interrupciones regulares en el suministro de agua. Además, la situación se ha agravado aún más con el reciente descubrimiento de que 289 colonias, distribuidas en varias alcaldías, han pasado semanas enteras sin recibir una sola gota del vital líquido. Esta falta de acceso al agua potable es una afrenta a los derechos humanos más básicos y requiere una respuesta urgente y decisiva por parte de las autoridades responsables.
La crisis tiene sus raíces en el sistema Cutzamala, una fuente vital que proporciona aproximadamente una cuarta parte del agua consumida en la Ciudad de México. Sin embargo, recientes reducciones en su aportación han generado una disminución significativa en su caudal, lo que ha llevado a una situación crítica en el suministro hídrico de la ciudad. Este sistema, que anteriormente proporcionaba 12.2 metros cúbicos por segundo, ha reducido su aportación a 9.2 metros cúbicos por segundo, un descenso alarmante que ha puesto en riesgo la capacidad de la ciudad para satisfacer las necesidades básicas de sus habitantes.
La importancia del Sistema Cutzamala
El sistema Cutzamala es un componente crucial de la infraestructura hídrica de la Ciudad de México, ya que proporciona una cantidad significativa de agua potable para la población. Sin embargo, la disminución en su caudal ha puesto en evidencia la fragilidad de este sistema y la necesidad de implementar medidas urgentes para garantizar su funcionamiento adecuado.
El Dr. Miguel García, experto en recursos hídricos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destaca la importancia del sistema Cutzamala en el suministro de agua de la ciudad: “El sistema Cutzamala es una pieza clave en la infraestructura hídrica de la Ciudad de México. Cualquier reducción en su caudal tiene un impacto significativo en la capacidad de la ciudad para satisfacer la demanda de agua potable”.
Sequía en el 95% del territorio nacional
La sequía persistente que afecta al territorio nacional ha agravado aún más la crisis de abastecimiento de agua en la Ciudad de México y en otras zonas metropolitanas del país. Con más del 95% del país experimentando sequía extrema o severa, el suministro hídrico de la ciudad se ha visto gravemente comprometido, poniendo en peligro la salud y el bienestar de millones de personas.
La Dra. Laura Hernández, climatóloga de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explica: “El cambio climático ha exacerbado la sequía en todo el país, incluida la región del sistema Cutzamala. Las temperaturas más cálidas y las precipitaciones reducidas han llevado a una disminución en los niveles de las presas, lo que ha afectado directamente el suministro de agua potable en la Ciudad de México”.
Ante esta situación crítica, se han implementado una serie de medidas para mitigar el impacto de la crisis. Estas medidas incluyen la reducción del caudal del sistema Cutzamala, así como una serie de inversiones en infraestructura hídrica para mejorar la eficiencia y la gestión del agua en la ciudad. Sin embargo, muchos expertos advierten que estas medidas pueden no ser suficientes para abordar la magnitud del desafío.
La importancia de la gestión sostenible del agua
Para garantizar un suministro hídrico seguro y confiable para todos los habitantes de la Ciudad de México, se necesita una acción concertada y sostenida por parte de las autoridades gubernamentales, la sociedad civil y el sector privado. Esto incluye la implementación de políticas que promuevan el uso eficiente del agua, la conservación de los recursos hídricos y la inversión en infraestructura resiliente al cambio climático.
El Dr. Javier López, experto en gestión del agua de la Universidad Iberoamericana, destaca la importancia de una gestión sostenible del agua en la Ciudad de México: “La crisis de abastecimiento de agua en la Ciudad de México es un recordatorio urgente de la necesidad de abordar los desafíos del cambio climático y la gestión sostenible de los recursos hídricos. Solo mediante una acción colectiva y decisiva podemos asegurar un futuro sostenible para la ciudad y sus habitantes”.
Acciones a futuro
Es necesario que las autoridades implementen acciones más contundentes y de largo plazo para enfrentar esta crisis, que incluyan la inversión en infraestructura hídrica, la promoción de prácticas de conservación del agua y la concientización pública sobre la importancia de este recurso vital. Además, es fundamental que se aborden las causas subyacentes de la escasez de agua, como el cambio climático y la mala gestión de los recursos hídricos.
Es hora de que las autoridades de Ciudad de México tomen medidas audaces y decisivas para garantizar un suministro hídrico seguro y confiable para todos sus habitantes. Esta crisis no puede ser ignorada ni subestimada; requiere una respuesta inmediata y coordinada por parte de todos los sectores de la sociedad. Con determinación y solidaridad, es posible superar esta crisis y construir un futuro más sostenible y próspero para nuestra ciudad.
Con información de El Economista.