Entre la desconfianza y la desesperación: la comunidad exige claridad y respuestas
La tensión se intensifica en la alcaldía Benito Juárez, donde los residentes están organizando una demanda colectiva contra el Gobierno de la Ciudad de México debido a la presencia de contaminantes peligrosos en el agua. Este movimiento surge en respuesta a varios informes de agua contaminada con residuos de petróleo, lo cual ha encendido alarmas sobre los posibles riesgos para la salud y el medio ambiente.
La situación se agravó tras un estudio independiente realizado por Vasa, una empresa dedicada a la filtración de agua, que confirmó la presencia de contaminantes derivados del petróleo en el suministro de agua. “Hemos detectado contaminantes orgánicos en proporciones preocupantes que, al combinarse con el cloro utilizado en el tratamiento del agua, podrían generar subproductos altamente cancerígenos”, explica el reporte que se ha difundido entre los vecinos y que ha sido motivo de considerable inquietud.
Preocupados por su bienestar y sin respuestas concretas de las autoridades, los habitantes de Benito Juárez han decidido pasar a la acción legal. “Las negociaciones han fallado y la transparencia ha sido nula. Necesitamos actuar para proteger nuestra salud”, comenta una residente de la colonia Del Valle, quien ha decidido sumarse a la demanda.
Como medida de emergencia, el Gobierno de la Ciudad ha cerrado y limpiado el pozo Alfonso XIII, inicialmente señalado como la fuente de la contaminación. Sin embargo, los vecinos siguen reportando un olor fuerte a gasolina y efectos negativos en su salud, como irritaciones cutáneas y problemas oculares. “El agua sigue oliendo a químicos, y cada vez que me baño siento la piel tirante y los ojos irritados”, declara otro vecino preocupado.
Durante una conferencia de prensa, Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, prometió que la contaminación sería erradicada del sistema hídrico en un plazo de dos semanas. No obstante, la falta de una sesión de preguntas y respuestas dejó a muchos con más dudas que certezas.
En un esfuerzo por consolidar su caso, los residentes han comenzado a recolectar firmas, logrando reunir el apoyo de cerca de mil personas hasta el momento. Cada firma se acompaña con detalles personales y el número de folio del reporte oficial de contaminación, con la esperanza de fortalecer el respaldo legal de la demanda.
Ismael Mata Salas, alcalde de Benito Juárez, expresó su consternación ante los recientes eventos y cuestionó la precisión de la información oficial proporcionada por el gobierno de la ciudad. “Al revisar los planos, observamos que el pozo Alfonso XIII no debería estar afectando nuestra zona. Hay discrepancias que necesitan aclararse urgentemente”, señaló en una reciente declaración a la prensa.
El descontento crece entre los vecinos, quienes perciben una respuesta lenta y opaca por parte de las autoridades. Exigen claridad, respuestas rápidas y medidas efectivas para asegurar la calidad del agua. La comunidad ha iniciado protestas y bloqueos, particularmente en avenidas importantes como Insurgentes, con la intención de presionar al gobierno para que atienda esta crisis de forma prioritaria.
Además, la falta de un diálogo abierto ha exacerbado la frustración local. Un encuentro planificado entre los vecinos y Rafael Carmona, coordinador de Sacmex, fue cancelado en el último momento, alimentando aún más la atmósfera de desconfianza.
“Estamos lidiando con una crisis ambiental y de salud pública que requiere acción inmediata, no solo promesas”, afirma una vecina activista, mientras organiza otra ronda de recolección de firmas. “Seguiremos en las calles y en los tribunales hasta que nuestra agua sea segura nuevamente y se nos trate con el respeto que merecemos como ciudadanos”, concluye determinada.
Mientras tanto, el gobierno de la ciudad ha instalado un puesto de atención en el parque San Lorenzo para distribuir agua embotellada y recoger más informes de contaminación, pero para muchos, estas acciones son solo un paliativo y no una solución a la raíz del problema. Los residentes de Benito Juárez se mantienen firmes en su resolución de buscar justicia y garantías de que algo así no vuelva a ocurrir.