La salud de las abejas mexicanas es crucial para la biodiversidad y la agricultura global. Sin embargo, la utilización de plaguicidas como el fipronil representa una amenaza significativa para estas polinizadoras. Científicos en México han puesto de manifiesto la gravedad de esta problemática, resaltando la necesidad de acciones inmediatas y protocolos efectivos para proteger a las abejas.
A finales de marzo del 2023, en la región de los Chenés, Campeche, se registró una intoxicación masiva de abejas que afectó aproximadamente 3,600 colmenas. Investigaciones realizadas por El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) revelaron que el 87% de las muestras de abejas contenían fipronil, un plaguicida neurotóxico de amplio espectro. Las abejas pueden viajar entre 3 y 4 km para forrajear, exponiéndose así a este contaminante en su entorno.
Fipronil: un peligro silencioso
El fipronil, aunque distinto a los neonicotinoides, es altamente tóxico para las abejas. Este compuesto actúa de manera sistémica y tiene la capacidad de bioacumularse, con residuos que pueden persistir en el ambiente de 100 a 350 días. Las abejas pueden ingerir fipronil y también absorberlo por contacto, lo que resulta en intoxicaciones agudas que pueden ser fatales en 48 horas, o intoxicaciones crónicas con efectos subletales menos visibles pero igualmente dañinos.
La muerte masiva de abejas tiene repercusiones económicas directas en la agricultura debido a la disminución de la polinización, esencial para muchos cultivos. Además, la pérdida de abejas afecta la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas. La falta de floración, el incremento de parásitos y enfermedades bacterianas, así como la infertilidad espermática de los zánganos, son algunas de las consecuencias observadas.
Protocolo de atención y acción
Luz María Saldaña Loza, del Comité Nacional de Fomento, Desarrollo y Sanidad Apícola, enfatiza la importancia de implementar protocolos rigurosos para atender la intoxicación de abejas. Es crucial informar a los agricultores sobre los peligros de los plaguicidas y promover prácticas agrícolas que no pongan en riesgo a las abejas. También se sugiere prohibir plaguicidas altamente peligrosos como los neonicotinoides y el fipronil.
El protocolo de atención incluye:
- Identificación de cultivos de riesgo: Detectar cultivos cercanos a los apiarios que utilicen plaguicidas.
- Concienciación comunitaria: Informar a las autoridades y agricultores sobre la importancia de las abejas y los riesgos de los plaguicidas.
- Manejo de emergencias: En caso de muerte de abejas, se deben seguir pasos sistemáticos para observar, verificar, reportar y registrar la evidencia de la intoxicación.
Acciones preventivas y correctivas
El especialista David Linares Kaabnalo´on destaca la necesidad de un protocolo nacional para gestionar estos eventos. Entre las acciones recomendadas están:
- La reubicación de colmenas
- El monitoreo constante
- La alimentación artificial de las abejas
Además, es fundamental fortalecer la cadena de custodia y el análisis de laboratorio para garantizar la integridad de la evidencia en casos legales.
El Dr. Octavio Gaspar Ramírez subraya la importancia de un análisis riguroso que incluya la identificación y cuantificación de plaguicidas presentes en las muestras. Esto permitirá tomar decisiones informadas y establecer medidas preventivas eficaces.
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Abejas de México en crisis
En México, la diversidad de abejas es extraordinaria, con 46 especies endémicas que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Sin embargo, 40 de estas especies están en peligro de extinción, una situación alarmante que amenaza tanto la biodiversidad como la agricultura del país.
Las abejas mexicanas son parte esencial de diversos ecosistemas que van desde desiertos hasta selvas tropicales. Estas abejas especializadas juegan un papel crucial en la polinización de muchas plantas nativas. Sin embargo, a menudo pasan desapercibidas porque son confundidas con avispas o hormigas.
Factores de riesgo
La población de abejas nativas ha disminuido drásticamente debido a varios factores:
- Tala Ilegal y destrucción de hábitats: La deforestación, tanto legal como ilegal, ha devastado los entornos naturales donde habitan estas abejas.
- Contaminación ambiental: La contaminación del aire, agua y suelo afecta negativamente a las abejas, reduciendo su capacidad de supervivencia.
- Introducción de abejas europeas: La competencia con la abeja europea ha desplazado a las especies nativas, afectando sus poblaciones.
Con información de Semarnat.