“No se debe humillar a nadie”. Palabras extrañas en la Guía Ética para el que usa su cargo y poder para ofender, humillar y denostar a los que percibe como sus enemigos
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lanzó la semana pasada su llamada Guía Ética para la Transformación de México , que es parte de la tan cacareada “República amorosa” y el decálogo de la “Cartilla moral”.
Por su puesto que más allá del contenido de esta guía de 20 preceptos, es el comportamiento de quien la promueve. Si son conceptos religiosos, espirituales o filosóficos no es contra el ser humano, al contrario, el amor, el perdón, la dignidad… nos hace mejores mujeres y hombres, pero lo criticable no es la deontología, sino quien con sus actos a diario y desde el púlpito de la mañanera dilapida su propia Guía Ética.
Sergio Negrete Cárdenas, en su columna “Econokafka” en el periódico El Financiero, retomar varios puntos y los contraponen a los hechos del presidente para con su “projimo”.
Calificó el “documento que representa una nueva cúspide en la hipocresía y cinismo de Andrés Manuel López Obrador”.
El profesor – investigador de la Escuela de Negocios del ITESO dijo que el presidente es una persona que busca colocarse como un ser transformacional mostró lo que será una referencia histórica del abismo entre el decir y el hacer.
Negrete retoma algunos puntos de la guía:
“No hay nada más valioso que la vida, la libertad y la seguridad de las personas”. Esto de la administración con mayor registro de homicidios y crímenes en la historia moderna; la que ha dado sus abrazos, literalmente, a las mafias criminales.
“No se debe humillar a nadie”. Palabras extrañas para el que usa su cargo y poder para ofender, humillar y denostar a los que percibe como sus enemigos, puntualizó Negrete.