El púlpito desde donde AMLO hace bullying no puede compararse con los recursos de sus críticos o de los periodistas que investigan su gobierno, asegura el periodista
Andrés Manuel López Obrador no le gusta la crítica, sabido es. Como “eterno candidato presidencial” se encargó de denostar a la prensa y calificarla también como parte de la “mafia del poder” que sirve a intereses de políticos y gobiernos, “salvo a honrosas excepciones”, como él mismo ha dicho.
En dos años de mandato el habitante de Palacio Nacional abrió un frente contra los medios de comunicación, que él mismo ha llamado “conservadores”, se confrontó con periodistas, periódicos y televisora.
Los periodistas Héctor de Mauleón, Ciro Gómez Leyva, Ricardo Alemán, Ricardo Rocha, Carlos Loret de Mola, por mencionar algunos, han sido foco de sus ataques desde las conferencias “mañaneras” sin darles el mismo espacio para hacer valer el derecho constitucional de réplica.
También ha denostado a los diarios Reforma y El Universal, ha quienes ha tachado de “periódicos inmundos”.
El periodista Salvador Camarena se pregunta: ¿Por qué ataca AMLO a la prensa?
“El Presidente ataca a la prensa porque puede. La motivación de esos ataques es táctica, pero su ejecución tiene razones prácticas. Nadie, salvo algunos periodistas, le reclamará sus excesos.
“Así que ataca porque él no paga costos. Si con ello enrarece el ambiente, o pone en más peligro a periodistas en un país donde se les mata mensualmente, a él le importa bien poco”, alerta el periodista en su columna de El Financiero.
Ataque sistemático a Nexos y Letras Libres
El periodista León Krauze, hijo de Enrique Krauze y uno de los intelectuales más atacados por el presidente, advierte en su columna en The Washington Post que “lo que realmente le molesta a AMLO, y a sus compañeros como Taibo, son las frecuentes críticas que publican Nexos, Letras Libres y otros medios, sobre el presidente y sus políticas, en pleno ejercicio de sus capacidades periodísticas y de la libertad de expresión que queda en el país”.
Los ataques de AMLO contra los medios periodísticos independientes se extienden más allá de estas revistas y sus directivos. Apenas dos días después de su diatriba contra Letras Libres y Nexos, volvió a utilizar su conferencia de prensa matutina para ir tras Reforma, uno de los periódicos más influyentes de México. “Miren el Reforma: un pasquín inmundo”, dijo sobre la portada del día. Lo que le molestó fue una nota sobre actos de presunta corrupción en su estado natal, Tabasco, que beneficiarían a su familia. “Es el caso clásico del hampa del periodismo”, dijo.
Prensa y democracia
El desempeño de la prensa durante el caso Watergate se consideró el espejo que refleja lo mejor que el periodismo puede ofrecer a la democracia: hacer que el poder rinda cuentas. Esta función se convirtió en una tendencia en las redacciones de los periódicos de Estados Unidos. En los años siguientes la profesión gozó de un alto grado de credibilidad y hubo un aumento notable en el número de estudiantes de periodismo, publicó Silvio Waisbord, profesor auxiliar del Departamento de Periodismo y Medios de Información Públicos de la Universidad Rutgers, en Nueva Jersey en la revista Razón y palabra.