Los laboratorios farmacéuticos proveedores del sector salud en el país están siendo obligados a dar líneas de crédito de más de ocho meses al Instituto
“Además de escuchar un día sí y otro también que son lo más corrupto sobre la faz de la tierra, ahora no reciben el pago el gobierno de la 4T”, dio a conocer el periodista Dario Celis.
Este engendro que se fundó el 1 de enero de 2020 y que ni siquiera tiene reglas de operación, ya mandó decir que lo que no se haya presentado para cobro hasta el 30 de noviembre pasado, no se pagará, reveló el comunicador en su columna “La cuarta transformación” que se publica en El Financiero.
Lo anterior se entendería si el Insabi hubiera operado de manera normal sus procesos de recepción de facturas y pago, de acuerdo con lo establecido en la licitación convocada para el abasto del año pasado.
Pero resulta que no fue así y esta es la historia: las primeras entregas de 2020 se iniciaron en abril y hasta el 2 de junio se hizo llegar a los proveedores una liga de internet para que se subieran sus documentos.
Los proveedores así lo hicieron para cobrar, pasaron los meses y los laboratorios nunca vieron un peso en sus cuentas provenientes del Insabi. La dependencia salió con un pretexto tan ridículo como increíble.
En los meses de agosto y septiembre del año pasado los pupilos de Ferrer salieron con la clásica chicanada: “no funcionó” la plataforma de pago y que con toda la pena, debían volver a repetir la operación.