Mientras los normalistas piden libertad para sus compañeros encarcelados y quieren hablar con el presidente, él asegura que el gobierno ya busca su liberación.
Demandan su liberación
El pasado lunes, estudiantes normalistas bloquearon la carretera de Tuxtla Gutiérrez para exigir nuevamente la liberación de sus 19 compañeros de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, quienes continúan detenidos desde el 18 de mayo, y recibieron nueva represión por parte de la policía local, la cual disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes.
Mientras tanto, en la capital, miles de estudiantes, padres de familia y maestros de la sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) llegaron al Zócalo e instalaron un plantón para exigir al gobierno reinstalar una mesa de diálogo en la que la dirigencia magisterial pueda hablar con el presidente Andrés Manuel López Obrador, además de la liberación de los detenidos.
“¡Solución, solución, no queremos represión!”
En su mañanera, el presidente dijo que en su gobierno no habrá represiones y afirmó que, en el caso de los estudiantes detenidos, este miércoles habrá una audiencia y aseguró que se está buscando su liberación. “No vamos a reprimir ni a resolver por la fuerza nada”, dijo. Señaló también que hoy en la mañana fueron liberados los normalistas detenidos en Puebla.
En contraparte, Pedro Gómez, dirigente de la sección 7, pidió al presidente y al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, “razón y sensibilidad”, además de instalar una mesa de negociación de alto nivel y la liberación “inmediata e incondicional” de las 19 personas que continúan presas en El Amate, 17 normalistas y dos indígenas desplazados. Los protestantes, que suman al menos 4 mil personas, según información de la policía local, dijeron que permanecerán en la Ciudad de México el tiempo que sea necesario, al grito de “¡Solución, solución, no queremos represión!”.
El control mediático y la campaña de linchamiento orquestada desde Palacio Nacional, la cual se repite en la entidad, lleva la consigna de desarticular todo movimiento social que se atreva a levantar la voz contra la política depredadora, aniquiladora de los derechos laborales, sociales, sindicales y de salud”, dijo Escandón a La Jornada.
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Con información de la conferencia matutina de la Presidencia de la República y La Jornada
