En el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar, el presidente propuso que las mil personas más ricas del mundo, las mil corporaciones más acaudaladas y los países del G20 creen un fondo anual para recaudar un billón de dólares al año y ayudar a 750 millones de personas en pobreza.
Un fondo para los más pobres
Durante su participación al frente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que México propondrá un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el cual se podría apoyar a alrededor de 750 millones de personas que viven en condiciones en pobreza.
Según el planteamiento del mandatario, este plan se basaría en la creación de un fondo con el financiamiento de las mil personas más ricas del mundo, las mil corporaciones más importantes del planeta y los países del G20. Las personas y corporaciones más ricas donarían el 4% de sus fortunas cada año y los países del G-20, aportarían un monto equivalente al 0.2% de su PIB.
“De cumplirse esta meta de ingresos, el fondo podría disponer anualmente de alrededor de un billón de dólares. En su informe anual, la ONU podría destinar un día para otorgar reconocimientos o certificados de solidaridad a personas, corporaciones y gobiernos que destaquen por su vocación humanitaria”, explicó el mandatario mexicano.
Revela al mundo su desconfianza en OSC
López Obrador aclaró que en su propuesta se buscaría, como se ha hecho en México, que los recursos del fondo lleguen a manos de los beneficiarios de manera directa, sin intermediación de organizaciones de la sociedad civil, ya que “cuando se entregan fondos supuestamente para ayudar a los pobres a organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil o a otro tipo de organizaciones -no quiero generalizar- pero en muchos casos, ese dinero se queda en aparatos burocráticos, pagar oficinas de lujo, en mantener asesores o se desvía y termina por no llegar a los beneficiarios”.
Explicó que estos recursos se podrían entregar mediante una tarjeta o un monedero electrónico personalizado, y señaló que en 2022 se podría iniciar un censo de las personas más pobres del mundo para definir a la población objetivo del programa en cada país. En este sentido, es posible percibir la propuesta como paralela a los programas que se han implementado durante su gobierno en México, ya que habló de “comenzar a dispersar los recursos para el otorgamiento de pensiones adultos mayores, a niños y niñas con discapacidad, becas a estudiantes, apoyos a sembradores y a jóvenes que trabajen como aprendices en actividades productivas así llegar vacunas y medicamentos gratuitos”.
“Estoy seguro que todos y todos ricos y pobres, donantes y beneficiarios vamos a estar más tranquilos con nuestra conciencia y viviremos con mayor fortaleza moral”, aseguró.
Con información del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, desde Nueva York, EE.UU.