Se acercan las vacaciones y pronto veremos en los aeropuertos a miles de personas viajando. En México y en muchos países del mundo, es común que las maletas se pierdan, terminen dañadas o sean abiertas para ser robadas.
Se ha vuelto común que mucha gente dedica emplayar su maleta para evitar algún daño o que sea abierta por extraños.
La verdad es que esto no sirve de nada y solo genera toneladas de basura.
Una maleta grande ocupa hasta 12 metros de plástico, mismo que terminará en la basura al concluir el viaje.
Una sola máquina atiende en temporada alta, un promedio de 400 maletas al día. En un año, generará el suficiente plástico para casi cubrir la distancia de Ciudad de México a Querétaro.
Una práctica cara
Cubrir tu maleta con plástico te costará dinero y no te asegura que no sufra ningún daño. El costo de cubrir las maletas es de aproximadamente 400 pesos, dependiendo el aeropuerto.
Según una encuesta realizada en 2010 por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y otras asociaciones de consumidores, el 3,4% de los pasajeros que plastificaron sus maletas echaron en falta algún objeto en el interior. Entre los que no lo hicieron, el porcentaje de afectados baja hasta el 0,9%. Por tanto, la probabilidad de que desaparezca algo es tres veces mayor si se utiliza este servicio de embalaje.
Utiliza otras opciones
Antes de documentarlas, toma fotografías y videos del interior y exterior de cada una de tus maletas. Procura tomar fotos de todo lo que llevas al interior y de cómo están acomodadas. Del exterior, es importante fotografiar todas las características físicas del equipaje: color, detalles particulares, marca y cierres. Este consejo aplica tanto de ida como de regreso del viaje.
Los candados tienen la misma función y mantienen tu maleta cerrada ante extraños. Además, el plástico no cubre de golpes o malos tratos que suceden en cualquier aeropuerto. Además, si las autoridades necesitan revisar tu equipaje, no importa si tiene o no plástico, deberás abrirla.