Autor: Darío Celis
Está decidido que durante el primer trimestre del 2020 deberá estar listo el proyecto ejecutivo del Tren Maya.
Por ello, el periodo para hacer cambios en el trazo de una de las tres más emblemáticas obras de la Cuarta Transformación se reduce prácticamente a lo que resta del mes de diciembre.
Entre las definiciones de los días recientes, se encuentra el que el gobierno de Quintana Roo, de Carlos Joaquín González, y el Fonatur, de Rogelio Jiménez Pons, acordaron que la terminal del tren proyectada para el centro de Cancún, finalmente no será construida.
Basados en los resultados de los estudios urbanos, ambientales, de demanda de pasajeros y, por supuesto, económicos, los funcionarios involucrados decidieron que los 15 kilómetros de vía que se contemplaban construir dentro del municipio de Benito Juárez, no son factibles.
Las razones son contundentes, pues el impacto al ecosistema y a la estructura vial de la zona sería muy elevado, en contraste con el escaso número de usuarios que utilizarían este medio de transporte en esa ruta.
Específicamente, los análisis técnicos que tiene la Agencia de Proyectos Estratégicos de aquella entidad dicen que el número de pasajeros al día en el tramo de Cancún sería de entre 65 mil y 75 mil, afluencia que es insuficiente para declararla una construcción rentable.
Adicionalmente, desarrollar una infraestructura ferroviaria de alta velocidad en dicho centro turístico obligaría a hacer una vía elevada, cuyo costo rondaría los 6 mil millones de pesos, mismos que el nuevo esquema de financiamiento mayoritariamente público anunciado por la 4T no permitiría costear.
La definición final, adelanta la agencia estatal que lleva Eduardo Ortiz Jasso, será solamente edificar la estación del Tren Maya en el aeropuerto de Cancún, misma que alcanzará un muy aceptable promedio de 113 mil usuarios diarios.
Acompañará además la operación de la obra una infraestructura alterna que recaerá en manos del gobierno estatal, ya que el gobierno del estado tendrá que encargarse de materializar un sistema de transporte ligero que alimente de pasajeros al tren.
Hablamos de un proyecto de corredor turístico que conectará al centro de Cancún, municipio de Benito Juárez, con el aeropuerto y el Tren Maya.
Para ello se proyecta una inversión cercana a los mil 568 millones de pesos, éstos ejercidos mediante un esquema de asociaciones público-privadas.
El plan detallado consiste en que la vialidad local reciba capital privado, nacional y extranjero, y se comience a construir en paralelo al Tren Maya.
De acuerdo con los estudios que tiene la administración caribeña, el sistema de movilidad será autofinanciable, pues tendrá una fuente propia de pago mediante el establecimiento de una tarifa. No obstante, es probable que se requiera un subsidio o una garantía federal.