Autor: Carlos Puig
La Fiscalía del Distrito Este de Nueva York y la defensa de Genaro García Luna le han pedido a la corte que congele los tiempos legales para arrancar el juicio contra el ex secretario de Seguridad Pública federal en el sexenio de Felipe Calderón.
Argumentan que ambas partes han iniciado negociaciones para un plea agreement, un acuerdo de culpabilidad, que evitaría un juicio público frente a un jurado.
La mayor parte de las acusaciones en Estados Unidos terminan en un acuerdo similar; nueve de cada 10 en cortes federales como en la que está procesado García Luna.
La negociación no implica que el acusado se volverá informante o testigo protegido, como parece haberse leído ayer. Podría suceder, pero eso tiene que ver si a la fiscalía le interesa la información para otros casos que tiene avanzados o en la mira. En la mayor parte de los casos, el acuerdo no implica eso.
La negociación que ha iniciado tiene que ver con la calidad de la evidencia en contra del acusado y la fuerza y calidad de las pruebas que podría presentar la defensa en pro de su cliente, y de ahí la probabilidad de que en un juicio la fiscalía podría perder los casos, cosa que toda fiscalía odia. Los acuerdos reducen costos e incertidumbre porque parte de la negociación incluye una recomendación de sentencia (aunque por ley, será el juez el que aprueba tanto el acuerdo como quien imponga sentencia).
En estas semanas, la fiscalía tendrá que mostrar a la defensa cuáles son sus principales pruebas, sus testigos y de ahí arranca la negociación que podría terminar, como concluye la mayoría de estas negociaciones, con el retiro de los cargos más graves y la aceptación de culpabilidad por parte del acusado de un cargo (y sentencia) menor.
Así, la probabilidad de que, en unas semanas o meses, García Luna aparezca frente al juez a leer el acuerdo, aceptar la responsabilidad del menos grave de los delitos, responder algunas preguntas más del juez y no decir nada más, es hoy mayor de lo que era en diciembre cuando fue arrestado.
Y sí, podría contarles cosas a los fiscales, pero también podría negociar nunca aparecer como testigo en otro proceso.
Si tuviera que apostar, apostaría que García Luna negociará un acuerdo y guardará silencio.
@puigcarlos