En la última década, 5 de cada 7 días registraron niveles de contaminación por encima de la norma en Ciudad de México. Niveles tan altos provoca diversas afectaciones en la salud de la gente.
Además de las afectaciones ya conocidas como enfermedades respiratorias, mareos y náuseas, hay que agregarle una que acaba de ser descubierta.
Una investigación en la India liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por “la Caixa”, ha encontrado una asociación entre la exposición a la contaminación del aire y una peor salud de los huesos.
Los investigadores han analizado durante tres años la exposición ambiental y la calidad de los huesos de un total de 3.717 personas de entre 34 y 37 años en el sur de la India.
Según esta investigación, el hueso es dinámico y tiene procesos de regeneración natural, pero al ser expuesto a las partículas PM2.5, cuya densidad no para de aumentar, también reacciona y sus cavidades se multiplican o acentúan.
“Este estudio contribuye a la escasa y poco concluyente literatura científica que asocia la contaminación del aire con una peor salud ósea”, explica Otavio T. Ranzani, investigador de ISGlobal y primer autor del estudio. En cuanto a los mecanismos que podrían explicar este vínculo, el investigador apunta a que “la inhalación de partículas contaminantes puede conducir a un aumento de la pérdida mineral ósea, a través del estrés oxidativo e inflamación que produce la contaminación”.
Es decir, la contaminación puede aumentar la posibilidad de osteoporosis entre la gente, especialmente en los adultos mayores.
La osteoporosis es la enfermedad del esqueleto en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea. Es responsable de una carga sustancial de enfermedad a nivel mundial y se espera que aumente su prevalencia debido al envejecimiento de la población
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