Un diagnóstico de la Sedatu proyecta una inversión de más de 2 mmdp para obras que permitan llevar el recurso a Santa Lucía.
Diagnóstico de la Sedatu
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) advirtió en su diagnóstico del Programa Territorial Operativo de la Zona Norte del Valle de México que los municipios aledaños al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) están en situación crítica por falta de agua.
Con datos de agosto de 2020, el documento prueba que la escasez del recurso también es “la principal limitante para el desarrollo urbano” en esa región conformada por los municipios de Jaltenco, Nextlalpan, Tecámac, Tultepec, Tultitlán, Zumpango y Tonanitla, en el Estado de México, así como Tizayuca en Hidalgo.
“Sin duda uno de los retos más significativos para la zona es lograr una sostenibilidad hídrica, la cual se ve amenazada por la sobreexplotación de los mantos acuíferos, como el acuífero Cuautitlán-Pachuca que presenta, de acuerdo con la información actual, un déficit de 106 millones de metros cúbicos anuales, así como por la falta de infraestructura para la dotación de agua potable en varias de las zonas urbanizadas, destacando los municipios de Tonanitla y Zumpango.”
Para afrontar el riesgo, el gobierno federal planea invertir más de dos mil 734 millones 737 mil 500 pesos para realizar obras adicionales para que el complejo aeroportuario, al igual que los municipios colindantes, cuente con agua.
“De no resolverse esta situación, prevalecerán problemas significativos para enfrentar demandas futuras, lo cual sitúa a la ZNVM (Zona Norte del Valle de México) en un estado de fragilidad ante la necesidad del recurso hídrico”.
Se necesitarán proyectos alternos
El diagnóstico contempla proyectos de prioridad alta. A corto plazo se construirá una planta de tratamiento de agua residual en la Laguna de Zumpango. Los recursos para su consecución rondan los 900 millones de pesos para recuperar mil 500 litros por segundo.
En segundo lugar, iniciar con la reforestación de 11 mil 100 hectáreas en el perímetro de la laguna como parte de las acciones contempladas en la Manifestación de Impacto Ambiental del aeropuerto de Santa Lucía y cuyo costo se estima en 993 millones 228 mil pesos.
También se invertirán 6.5 millones de pesos para un captador de agua de lluvia en la Sierra de Guadalupe.
Mientras que en el mediano plazo se prevé la construcción de otra planta de tratamiento en el Gran Canal-Tultitlán que permita recuperar mil 128 litros por segundo, para lo cual se proyecta una inversión de 90.4 millones de pesos. Además de un centro de gestión integral de residuos sólidos urbanos del AIFA y Zumpango, al que se destinarán 30.3 millones de pesos.
Por último, a largo plazo se ocuparán 700 millones de pesos para una tercera planta de tratamiento de agua residual en Tecámac, con capacidad de recuperar mil 250 litros por segundo.
Coordinación con autoridades locales
Para su cumplimiento, la Sedatu indica que se requerirá de la colaboración de autoridades federales, estatales y municipales, así como de diversos organismos sectoriales.
Aunque se tenga la planeación de las obras necesarias, no se ha aprobado ningún presupuesto hasta ahora. Es más, existen otros dos proyectos para satisfacer la necesidad de agua en Santa Lucía. La Conagua estudia la viabilidad el acueducto del Valle del Mezquital y el acueducto Tecolutla-Necaxa.
[La suficiencia de agua dependerá] “del patrón de consumo de los habitantes, actuales y futuros, por lo que una primera acción, encaminada a garantizar la oferta de agua, tiene que ser la concientización del consumo de agua, dentro del aeropuerto, pero también durante todo el proceso de consolidación urbana y económica a su alrededor”.
Foco de contaminación
El reporte también informa de otro riesgo en la zona. Debido a que el terreno es susceptible de acumular agua por su pasado lacustre y, por consiguiente, los riesgos de inundaciones, la falta de drenaje natural y la presencia de aguas negras provenientes de la Ciudad de México representan un foco de contaminación para los escasos cuerpos de agua existentes.
Por lo tanto, la poca disponibilidad de agua dulce de calidad en fuentes superficiales y subterráneas obliga a la Zona Norte a obtener el líquido de cuencas y acuíferos cercanos, aumentando el costo de traslado y afectando los suministros de otras regiones.
[Los cuerpos de agua en la zona] “tienen algún grado de contaminación, lo que dificulta el aprovechamiento y manejo de las aguas superficiales y limita la posibilidad de llevar a cabo proyectos de recarga inducida a los acuíferos”.
Los drenajes de aguas negras representan “un foco de contaminación” que se debe tener en cuenta para llevar a cabo acciones enfocadas a la reducción del impacto de la gestión de residuos.
Con información de El Sol de México.