La Garra de Jaguar es una caverna subterránea cuya estructura, flora y fauna están seriamente amenazados por la construcción del Tramo 5 del Tren Maya.
Joya hídrica y geológica bajo amenaza
Los expertos describen a la Garra del Jaguar como una joya geológica e hídrica de gran riqueza natural. Esta cueva subterránea de 47 kilómetros de extensión y dos o tres metros de profundidad se encuentra en la selva de Paamul y fue descubierta apenas hace diez años, en 2012. Su flora y fauna son espectaculares: aquí vive el emblemático jaguar (se ha registrado la presencia de al menos 16 ejemplares), hay más de 50 tipos de murciélagos, 114 especies de mamíferos, además de aves e insectos.
Aunque esta caverna es parte de un sistema de cientos de cuevas subterráneas que van de Cancún a Tulum, actualmente, este gran ecosistema está en riesgo de colapsar con la obra de construcción del Tramo 5 del Tren Maya. En entrevista con el El Universal, Raúl Padilla ambientalista del Jaguar Wildlife Center, advirtió sobre el problema que representa el paso de la obra por esta zona:
“Esto representa un gran riesgo porque el tren va a pasar sobre Garra de Jaguar, por lo que tienen que poner un puente con grandes columnas, tanto dentro como fuera de la cueva, para soportar la vibración y el peso de un tren de carga y uno de pasajeros que pretenden cruzar esta parte de Garra de Jaguar”, advierte
Una trampa mortal
Raúl Padilla advierte sobre el peligro que representa para la Garra de Jaguar el paso del nuevo tramo del Tren Maya. Los techos de las cavernas podrían desplomarse por la fragilidad del suelo, el uso de maquinaria pesada en la construcción y la posterior operación del tren. Para Padilla, es inviable construir los tramos 5, 6 y 7, que van de Tulum a Bacalar y Chetumal, en Quintana Roo, a Calakmul, en Campeche.
Además, advierte que se trata de una verdadera trampa mortal para el jaguar, “porque se fragmentará el ecosistema que ese felino comparte con monos araña o aulladores, y otras especies de flora y fauna silvestre”. Además, señala construir más centros de población incrementará “la contaminación del manto freático, la deforestación de la selva, la urbanización y la problemática ya existente en esta zona, altamente presionada por el turismo y el desarrollo urbano mal planificado”.
Con información de El Universal