La tos poscovid puede durar semanas o meses. Si aún tienes tos después de haberte contagiado, es importante que te sigas cuidando.
No bajes la guardia
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que síntomas como la tos, la fiebre y la dificultad para respirar pueden presentarse entre los dos y los 14 días posteriores a haber contraído la enfermedad. Sin embargo, después de tener COVID-19 es posible que en algunas personas la tos persista después del periodo de infección debido al proceso defensivo de inflamación de nuestro sistema inmunitario. Aun cuando el virus desaparezca, los tejidos del organismo pueden continuar inflamados y producir líquido.
“La prevalencia de tos prolongada, dolor torácico, disnea y fatiga fue del 2.5 %, 6.5 %, 23.3 % y 61.2 %, respectivamente”, señala el estudio Prevalencia de tos post-COVID-19 un año después de la infección por SARS-CoV-2: un estudio multicéntrico.
Si te pasó o conoces algún caso así, es importante que sepas que las autoridades médicas aprueban el uso de remedios caseros que refuercen tu organismo o medicamentos de venta libre para ayudar a disminuirla.
¿Cómo se alivia la tos poscovid?
Los CDC han señalado que los medicamentos de venta libre pueden ayudar a aliviar la tos persistente e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprueba el uso de remedios caseros para fortalecer el organismo. Además de beber muchos líquidos, puedes prepararte algún remedio que contenga ingredientes curativos como jengibre, limón y miel.
Cuando la tos se debe a un goteo posnasal, puedes tomar pastillas, chupar caramelos, usar enjuagues salinos, aerosoles nasales y dormir en posición erguida para reducir su frecuencia. En caso de sentir la garganta seca o sentir “cosquillas” se recomienda sorber agua lentamente, respirar despacio por la nariz y consumir miel.
En caso de presentar inflamación en los pulmones, es de mucha ayuda hacer ejercicios de respiración controlada e inhalar de vapor, ya sea con un vaporizador o al entrar a una ducha caliente o hervir agua. Cuando la mucosidad es espesa inhalar una solución salina a través de un nebulizador ayuda a hacerla más acuosa.
Ojo: si no hay una infección bacteriana secundaria, no es recomendable utilizar antibióticos.
Con información de El Sol de México y El Financiero