La visita de una de las bandas legendarias del rock se vio rodeada de anécdotas extraordinarias y personajes de poder.
No fue el mejor momento
Entre las bandas legendarias del rock que han visitado México se encuentra The Doors, agrupación liderada por el icónico Jim Morrison. Aunque su presentación estuvo rodeada de gran expectativa, fallas en la logística del evento y el contexto político del país opacaron este suceso.
La banda tenía la idea de brindar cinco conciertos en la Plaza de Toros, espacio habilitado para 40 mil asistentes; sin embargo, los planes que tenía Mario Olmos, organizador, se esfumaron ante una coyuntura política delicada.
Un año antes de la visita de Morrison, la nación se cimbró ante una de las represiones más cruentas de su historia. El 2 de octubre de 1968 decenas de estudiantes fueron asesinados y desaparecidos en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco mientras celebraban un mitin. Este hecho desató fuertes críticas contra el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, presidente en turno.
Este clima de tensión permaneció el resto de la administración federal por lo que, se dice, el gobierno evitó la celebración de cualquier evento masivo, conciertos incluidos.
“En el 68 fue este ataque del Estado sobre los estudiantes y un año después es cuando se planea traer a The Doors. Se hicieron 4 conciertos en el mes de junio del 1969, no fue lo más emotivo, no era aquél Rey Lagarto que se conoció. No fue el mejor momento para The Doors ni el mejor momento para que en México se pudiera disfrutar un concierto de talla internacional”.
Tocaron en un salón privado
Ante la imposibilidad de tocar en la Plaza, se ofreció el Forum para que Morrison y compañía interpretaran sus éxitos, un espacio pequeño para mil personas ubicado en la colonia del Valle. En total se ofrecieron cuatro presentaciones del 27 al 30 de junio.
“Fue un lugar poco propicio para ellos, porque era un centro nocturno que era para gente más bien adulta, no era para jóvenes y era un lugar pequeño”.
El recinto era también conocido por ser lugar para gente con mayores ingresos, burócratas, empresarios e hijos de políticos en su mayoría, por ello aquel rumor de que The Doors sólo tocó para juniors en fiestas privadas.
Las entradas se vendieron en 700 pesos cuando estaba previsto que costaran entre 5 y 12 pesos en la Plaza de Toros. El baterista del grupo John Densmore, escribió en su biografía Jinetes de la Tormenta:
“No pude soportar el club de clase alta tipo Las Vegas. El trato era que tocaríamos cuatro noches en aquel asqueroso agujero a cambio de actuar una sola noche en la Plaza de Toros para un gran público a precios accesibles. Debería haber sabido que eso no iba a suceder”.
Alfredo Díaz Ordaz y la fiesta en Los Pinos
Entre los asistentes pertenecientes a la alta sociedad mexicana estuvo Alfredo Díaz Ordaz, hijo del presidente, de quien se decía era fanático del rock y, cuenta la leyenda, después de uno de los conciertos llevó a Jim Morrison a seguir la fiesta a Los Pinos.
El periodista Fernando Rivera relata en La noche que Jim Morrison conoció a Díaz Ordaz que Alfredo y Morrison fumaron marihuana en la residencia oficial hasta que el mandatario federal descubrió la parranda y los corrió de lugar.
Aunque el propio Alfredo nunca confirmó esta versión, si se tiene constancia de que él llevó a Jim Morrison, John Densmore, Ray Manzarek y Robbie Krieger a visitar diferentes lugares de la Ciudad como el mercado de La Lagunilla, el Museo de Antropología, la Zona Rosa y la Plaza Garibaldi; además de la zona arqueológica de Teotihuacán.
Con información de Infobae.