El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, advierte que las democracias alrededor del mundo se enfrentan a una nueva oleada autoritaria.
Un nuevo riesgo para las democracias
Ante la proximidad de la marcha ciudadana contra el Plan B electoral; Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, compartió algunas reflexiones sobre la actual coyuntura en su columna titulada “Democracias en riesgo”.
En primer lugar, sostiene que las democracias alrededor de mundo se enfrentan a un nuevo riesgo. A veinte años de la “tercera ola” democratizadora, se muestran signos de agotamiento y retrocesos autocráticos.
Córdova puntualiza que no se trata de una circunstancia regional, sino global y se presenta tanto en democracias jóvenes como consolidadas. Lorenzo Córdova lo llama nueva oleada autoritaria.
“En ese sentido, a diferencia de lo que ocurría hace algunas décadas, esos desafíos no se manifiestan en determinadas coyunturas o en algunas partes específicas del mundo, sino que todas las democracias, sin importar su grado de consolidación o fortaleza, están sujetas a los efectos e impulsos nocivos de esta nueva oleada autoritaria“.
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5 fenómenos de la nueva oleada autoritaria
En segundo lugar, Lorenzo Córdova Vianello enumera cinco fenómenos que, a su criterio, contribuyen a la ola autoritaria que amenaza a los regímenes democráticos.
1.- Descontento social. La persistencia de la pobreza y la desigualdad, problemáticas que no han sido resueltas por gobiernos elegidos democráticamente. Aunado a la violencia, inseguridad, la impunidad y la corrupción, constituyen un “auténtico caldo de cultivo” para el descontento social.
“En consecuencia, para el eventual surgimiento de expresiones autoritarias que prometen salidas fáciles, rápidas y efectivas”.
2.- Descrédito de las instituciones democráticas. Pilares institucionales como los parlamentos y los partidos políticos, indispensables en toda democracia representativa, cuentan con bajos niveles de confianza y credibilidad pública.
3.-Desinformación. Las noticias falsas se han potencializado gracias a plataformas como el internet y, especialmente, las redes sociales, lo que repercute en la recreación de una discusión pública serie e informada.
4.- Polarización ideológica y política. Aunque es parte de la vida política y de la democracia, la radicalización está nutriendo la intolerancia, “un valor antidemocrático por excelencia”. Como consecuencia se señalan enemigos públicos a los que hay que combatir y perseguir. Una actitud que rompe las bases de la convivencia democrática.
5.-Descalificación desde el poder. Por último, Córdova menciona el ataque desde el poder democráticamente alcanzado contra instituciones de control político y jurídico, así como de defensa de derechos humanos. El cual se sustenta en un discurso maniqueo que divide a quienes “están con el pueblo” o quienes están “en favor de grupos privilegiados o de intereses oscuros e inconfesables”.
“Todos esos fenómenos gravitan hoy en contra de las sufridas y trabajosamente conseguidas conquistas democráticas de las últimas décadas y pavimentan el camino a peligrosas regresiones autoritarias. Nos toca a todas y todos señalarlas y combatirlas”.
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Con información de El Universal.
