Soledad Durazo advierte sobre los riesgos de la injerencia del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre los organismos autónomos como el INAI.
¿Qué va a pasar con el INAI?
“No lo sabemos”, señala Soledad Durazo en su columna titulada “Monreal, el INAI y el golpe al escritorio”. Sin embargo, advierte que el reciente veto a los dos comisionados del Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública Transparencia y Protección de Datos Personales (INAI) que ya habían sido aprobados por el Senado el pasado 1 de marzo es un nuevo golpe del presidente a este organismo autónomo, lo cual deja claro “su interés en acabar con las instituciones que no son controladas por el gobierno federal”, como lo ha hecho desde el inicio de su gobierno.
La especialista señala que la suspensión del cargo de quienes serían los dos nuevos comisionados, Yadira Alarcón Márquez y Rafael Luna Alvizo, el INAI se quedará con tan solo cuatro comisionados en las próximas dos semanas, por lo que, según lo que marca la ley, lo volvería inoperante, pues estaría imposibilitado para sesionar por falta de quorum: “Además, este 31 de marzo termina su periodo el comisionado Javier Acuña, dejando así otra vacante“, agrega.
“¿Debe importarnos la mano del Ejecutivo en decisiones del Senado sobre organismos autónomos? La respuesta es sí”.
Un puñetazo a Monreal
Asimismo, la experta destaca que este veto fue también un “puñetazo al poder que representa el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, el morenista Ricardo Monreal”, quien fue uno de los principales impulsores de que estos nombramientos se llevaran a cabo antes de que se vencieran los plazos que dejarían al INAI sin poder operar. Hasta el momento, el INAI aprobó la presentación de una controversia constitucional ante la SCJN por el riesgo que representa el veto del presidente para la supervivencia del organismo.
“¿Debe importarnos y preocuparnos todo esto? ¡Sí! Las pugnas en la política no pueden dejar en vilo el derecho de la ciudadanía a tener acceso a los datos que son nuestros, a expedientes que nos atañen, a cifras y estadísticas que necesitamos para conocer qué están haciendo nuestras autoridades con nuestro dinero, recursos y el poder que les estamos dando.
La sed de control absoluto de un mandatario no puede estar por arriba de tirar los logros ganados por las y los ciudadanos que se organizaron e impulsaron una legislación para la transparencia, hace 20 años, y con ello la creación del instituto (…) Por lo pronto, desde la trinchera civil, lo que queda es apoyar para que haya contrapesos y organizaciones que no dependan del presidente, además de que se respeten los derechos ganados que tanto, tanto, tanto trabajo nos han costado”.
Con información de Opinión 51