Hace 84 años, el 13 de junio de 1939, el buque Sinaia arribó a México con cerca de mil 600 refugiados españoles que huían de la Guerra Civil.
“No os recibimos como náufragos de la persecución dictatorial, sino como a exponentes de la causa imperecedera de las libertades del hombre”, les dijo al recibirlos en el puerto de Veracruz el representante del entonces presidente Lázaro Cárdenas.
La historiadora Clara Lida detalló que el buque Sinaia es un símbolo del exilio masivo a México.
Pese a que no fue el primero ni sería el último, “marcó el comienzo de la llegada de unos 20 mil refugiados y asilados políticos, según hemos contabilizado a partir de documentos migratorios”, explicó la experta.
México refugió a escritores, poetas y artistas
El historiador y economista español Ángel Viña aseguró que la llegada de la “flor y nata” de la intelectualidad española influyó directamente en la sociedad mexicana.
“Llegaron intelectuales de renombre que constituyeron además instituciones, como el Colegio Madrid, que formó a una gran parte de la burguesía mexicana, o el Colegio de México”, expresó.
Durante los 19 días de travesía en el buque Sinaia, más de 300 familias convivieron en él. Entre los pasajeros se encontraron escritores, poetas y artistas, como el reconocido fotógrafo Julio Mayo, conocido por sus impactantes imágenes de la Guerra Civil.
Además, el buque también recibió autores destacados como León Felipe o Max Aub, así como al célebre cineasta Luis Buñuel, quien optó por establecerse en México en lugar de seguir una prometedora carrera en Hollywood.
“Habría que revisar un poco la idea de que el exilio español fue un exilio de intelectuales y académicos mayoritariamente: fue todo lo contrario”, explica Lida.
“No podemos hablar de más de unos cien profesores universitarios y catedráticos de cierto nivel y unos dos mil maestros”, señaló.
Nuevos gobiernos y relaciones diplomáticas seguían rotas
México, como aliado de la República española durante la Guerra Civil, se convirtió en el segundo país que más refugiados acogió, después de Francia. El presidente de España, Juan Negrín, había negociado con Lázaro Cárdenas en 1938 la posibilidad de admitir en masa a los exiliados.
A diferencia de otros países latinoamericanos, México nunca reconoció al gobierno del dictador Francisco Franco, quien salió victorioso de la guerra. En cambio, México reconocía al Gobierno de la República en el Exilio y, de hecho, este gobierno se instaló inicialmente en México antes de trasladarse a París.
“Lo cual no excluye que hubiera relaciones económicas y comerciales entre la España franquista y México, ‘disfrazadas’ a lo largo del tiempo bajo la cobertura de oficinas consulares, comerciales, representaciones del Banco de España o del Instituto Español de Moneda Extranjera”, explica Viñas.
Las relaciones diplomáticas entre México y España no se restablecieron hasta 1977, cuando España recuperó la democracia.
“Fue una decisión del gobierno de Lázaro Cárdenas, mantenida después por los sucesivos gobiernos mexicanos, pero no por la presión del exilio, sino por la tradición política y diplomática de México desde la Revolución”, expresó Lida.
España destacó la “enorme” deuda con México
Tras la muerte del dictador Francisco Franco, se restablecieron las relaciones diplomáticas entre España y México. El grupo de exiliados españoles ya se había integrado por completo y había perdido su influencia como grupo de presión, si es que alguna vez la tuvo.
En 2007, el gobierno español liderado por el socialista Rodríguez Zapatero sucedió la Ley de Memoria Histórica, que propuso la posibilidad de que los descendientes de los exiliados adquirieran la nacionalidad española.
Más de cuarenta mil mexicanos solicitaron esta oportunidad. En febrero pasado, el también socialista Pedro Sánchez, en una conferencia en el Colegio de México, destacó la enorme deuda que España tiene con México.
“Ha llegado el momento de que sea el Estado el que rinda homenaje al exilio y haga todo lo posible para darlo a conocer entre los españoles de hoy”, dijo.
El gobierno presentó un mapa interactivo del exilio español en México, un proyecto colaborativo que busca recopilar y mostrar información sobre este tema. En México, se ha designado a Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del general Cárdenas, como presidente de la comisión encargada de conmemorar los ochenta años del exilio español.
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