En el marco de la no-precampaña de Morena, los gastos desmesurados en anuncios espectaculares por parte de los precandidatos presidenciales han dejado al descubierto varias situaciones preocupantes. En primer lugar, queda en evidencia que el discurso de austeridad que tanto predica el partido es una mera farsa, especialmente cuando se observa la cantidad de recursos destinados a la publicidad en vallas y espectaculares.
En segundo lugar, los gastos reportados por los precandidatos parecen ser mucho más altos de lo que oficialmente se registra en el partido, lo que pone en entredicho la transparencia del proceso y genera dudas sobre la veracidad de los informes presentados. Por último, resulta inquietante que haya “un importante inversor desconocido” que destina grandes sumas de dinero a respaldar a Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López, lo cual sugiere que este individuo espera obtener ganancias y, posiblemente, contratos espectaculares, en caso de alguna de estas dos “corcholatas” ganen las elecciones presidenciales.
En el primer informe de gastos presentado por Morena, se reveló que, en el lapso del 19 de junio al 2 de julio, el precandidato Ricardo Monreal encabeza la lista con un gasto de 916,376 pesos. Le sigue Claudia Sheinbaum, con 878,770 pesos, Adán Augusto López, con 577,584 pesos (con fecha límite de corte al 30 de junio), y finalmente Marcelo Ebrard, con 385,509 pesos y 83 centavos.
Sin embargo, la revelación de estos gastos ha levantado sospechas y cuestionamientos, especialmente debido al alto despliegue de anuncios espectaculares observado en todo el país. Resulta paradójico que el precandidato que más ha gastado sea aquel que se jacta de no contar con el mismo nivel de derroche publicitario que sus contendientes. Ricardo Monreal, en un comentario irónico, mencionó que durante un viaje a Puerto Vallarta contó más de 200 espectaculares de sus rivales, pero ninguno propio. Esto evidencia el contraste entre sus palabras y sus acciones.
En otro tema relacionado con Morena, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitirá una resolución sobre la legalidad de los recorridos de las corcholatas, un aspecto clave en el proceso interno del partido rumbo a 2024. El emecista Jorge Álvarez Máynez, quien impugnó estos recorridos, los ha acusado de constituir actos anticipados de campaña. La resolución de los magistrados determinará si estos recorridos son legales o no.
El despilfarro de recursos en anuncios espectaculares por parte de los precandidatos de Morena, sumado a la posible ilegalidad de los recorridos de las corcholatas, genera una serie de cuestionamientos sobre la transparencia, la coherencia del discurso y la equidad en el proceso interno del partido. Estas situaciones ponen en entredicho la credibilidad de Morena y su compromiso con la austeridad, así como la equidad en la contienda interna. Los ciudadanos merecen una explicación clara y transparente sobre el destino de los recursos utilizados en la no-precampaña y la forma en que se están llevando a cabo los procesos internos.
Es importante recordar que la austeridad ha sido una de las principales banderas de Morena y del actual gobierno, promoviendo un uso responsable y eficiente de los recursos públicos. Sin embargo, los altos gastos en publicidad y la aparente discrepancia entre los informes presentados y la realidad de los anuncios espectaculares revelan una contradicción preocupante.
Resulta fundamental que Morena cumpla su promesa de transparencia y claridad en el uso de los recursos partidistas. Los ciudadanos tienen derecho a conocer de manera precisa y detallada cómo se están utilizando los recursos que provienen de sus impuestos y a exigir que se cumplan los principios de austeridad y rendición de cuentas que tanto se han promovido.
Asimismo, es imperativo que la resolución del TEPJF sobre los recorridos de las corcholatas se lleve a cabo con imparcialidad y de acuerdo con la ley electoral. Los actos anticipados de campaña deben ser sancionados de manera justa y efectiva para asegurar que todos los actores políticos compitan en igualdad de condiciones y se respete la legalidad del proceso electoral.
La falta de transparencia en los gastos de la no-precampaña de Morena, así como la posible ilegalidad de los recorridos de las corcholatas, plantean serias dudas sobre la coherencia del discurso y las prácticas del partido. Los ciudadanos merecen respuestas claras y acciones concretas que garanticen la equidad, la transparencia y la legalidad en el proceso interno de Morena. Solo así se podrá fortalecer la confianza en el sistema democrático y asegurar un proceso electoral justo y representativo.