En conmemoración del Día Nacional contra el Cáncer Cervicouterino, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) hace una invitación a las mujeres de edades comprendidas entre los 25 y 64 años para que asistan a recibir orientación médica y pruebas de detección o papanicolau de forma gratuita en cualquiera de los 233 Centros de Salud. El objetivo es prevenir y detectar oportunamente esta enfermedad.
¿Qué es el cáncer cervicouterino?
El cáncer cervicouterino, también conocido como cáncer de cuello uterino o cáncer de cérvix, es un tipo de cáncer que se origina en las células del cuello uterino, que es la parte inferior y estrecha del útero que conecta con la vagina. La causa principal de este tipo de cáncer es una infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH), que es una infección de transmisión sexual común.
El cáncer cervicouterino se desarrolla lentamente a lo largo de varios años, pasando por etapas precancerosas antes de convertirse en cáncer invasivo. En sus primeras etapas, por lo general, no presenta síntomas, lo que hace que la detección temprana a través de exámenes de detección, como la citología cervical (Papanicolaou) y la prueba de VPH, sea fundamental.
La vacunación contra el VPH, el uso de preservativos durante las relaciones sexuales y la realización regular de pruebas de detección son formas efectivas de prevenir el cáncer cervicouterino. Las mujeres deben seguir las recomendaciones médicas para exámenes de detección y consultas regulares con profesionales de la salud ginecológica para mantener su salud cervical.
¿Cuáles son los síntomas?
El cáncer de cuello uterino, en sus primeras etapas, suele ser asintomático. Sin embargo, en etapas avanzadas, se presentan signos y síntomas como:
- Sangrado que ocurre entre los períodos menstruales regulares
- Sangrado después de relaciones sexuales, de un lavado vaginal o del examen pélvico
- Períodos menstruales más prolongados y más abundantes que antes
- Sangrado después de la menopausia
- Mayor secreción vaginal o secreción fétida que no desaparece con tratamiento
- Dolor en la pelvis, espalda y piernas
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Pérdida de peso acompañado de pérdida de apetito
- Síntomas urinarios como disuria
Prevención, la mejor herramienta
En lo que va del año, se han llevado a cabo 39,343 estudios de citología cervical convencional, una prueba que busca células con anomalías o lesiones que pueden ser precursoras del cáncer cervicouterino.
Si se detecta un cambio celular que indique posible cáncer cervicouterino, la paciente es derivada a una de las clínicas de colposcopía, donde se confirma el diagnóstico a través de una biopsia.
Las mujeres que necesitan atención médica son remitidas a los Centros de Salud de las 16 jurisdicciones sanitarias, al Hospital General Ticomán o a las Clínicas Condesa y Condesa Iztapalapa. En caso de que la biopsia confirme el diagnóstico de cáncer, la paciente es referida a centros oncológicos de la Ciudad de México, como el Instituto Nacional de Cancerología, Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” y Hospital Juárez de México, para recibir tratamiento especializado.
Es fundamental recordar la importancia de algunas revisiones periódicas y mantener una vigilancia médica constante ante cualquier síntoma, con el propósito de reducir riesgos y acceder a un tratamiento oportuno.
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Con información de Capital 21.