Para Isidro Cisneros, la oposición en nuestro país, que surgió de la partidocracia y no de la ciudadanía, busca mantener “la unidad a toda costa”, pero sigue sin plantear objetivos ni una visión en común, lo que lleva a reflexionar sobre su pertinencia y alcances.
¿Para qué sirve la unidad opositora?
Como señala Isidro Cisneros en su columna “Unidad opositora: ¿Para qué y entre quiénes?”, un sistema verdaderamente democrático requiere necesariamente de una oposición que responda “a las preferencias de los ciudadanos sin establecer entre ellos distinción política alguna”.
Sin embargo, como apunta el experto, la oposición en México se ha aferrado a mantener “la unidad a toda costa”, por lo que ha entrado en una “fase de parálisis” que podría desmentir la creencia de que la “unión hace la fuerza”, pues, si no existen objetivos claros en común, diagnósticos, propuestas y soluciones, “las evidencias enseñan que las unificaciones convenencieras dan escasos resultados respecto de sus expectativas y cálculo político”.
“No basta con manifestar una oposición al populismo, por el contrario, es necesario que la oposición se exprese en favor de algo, y aquí es donde entra en juego la propuesta programática que aún no tienen. Además, como se observa, el discurso unitario esconde un prosaico sometimiento de los partidos más débiles”, advierte Cisneros.
¿Quiénes deben formar parte de la coalición opositora?
Para Cisneros, es fundamental que la oposición involucre directamente a los ciudadanos que luchan de manera activa por defensa de sus derechos y que utilizan la acción social en defensa de causas como el medioambiente, de los derechos animales, de la equidad de género, la diversidad sexual, entre otras.
No obstante, el filósofo y politólogo destaca que estas formas de movilización social “no se encuentran presentes en el frente opositor”, es decir, en el Frente Amplio por México, una coalición que surgió y se mantiene desde la partidocracia, por lo que es necesario que el país y los mexicanos tengan una opción que realmente surja desde la ciudadanía.
“Mantener la ‘unidad a toda costa’ es un falso realismo y un cálculo político oportunista, al establecer una equivalencia entre la alternancia política que es necesaria, con la unidad incondicional entre fuerzas que son diferentes por cultura política y tradiciones democráticas. No debe olvidarse que tenemos una oposición que nace de la partidocracia, por lo que se requiere una opción distinta que florezca desde la ciudadanía“.
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Con información de La Crónica de Hoy
