A unos días del regreso a clases en educación básica para el ciclo escolar 2023-2024 y en medio de un panorama alarmante en el que la obesidad infantil ha alcanzado niveles críticos y las cifras de diabetes han aumentado significativamente, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y organizaciones civiles como El Poder del Consumidor y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) han lanzado una contundente advertencia sobre el impacto de la invasión de comida chatarra en las escuelas del país. La problemática, que parece estar fuera de control, plantea la posibilidad de que 1 de cada 2 niños desarrolle diabetes si persiste esta situación.
Así, el Estado mexicano enfrenta una crisis económica y de salud relacionada con la obesidad infantil, que cada año le cuesta aproximadamente 650 mil millones de pesos. Ante esta situación, la vigilancia ciudadana realizada por El Poder del Consumidor y REDIM ha revelado que 9 de cada 10 escuelas venden comida chatarra, mientras que apenas 2 de cada 10 ofrecen alimentos saludables. Además, el panorama es aún más preocupante ya que el sobrepeso y la obesidad infantil podrían convertirse en una carga considerable para la economía y el desarrollo nacional, según advierte UNICEF.
En medio de esta alarmante realidad, hicieron un llamado urgente a las Senadoras y Senadores de todos los grupos parlamentarios para que prioricen en sus agendas el proyecto de decreto a la Ley General de Educación en materia de entornos alimentarios saludables. Esto, con el fin de garantizar la salud y alimentación adecuada en el entorno escolar y proteger a la infancia en México.
Según el ejercicio de vigilancia ciudadana llevado a cabo a nivel nacional durante el ciclo escolar 2022-2023, cerca del 98% de las escuelas venden comida chatarra, el 76% refrescos con azúcar y el 93% bebidas azucaradas. Apenas 2 de cada 10 tienen acceso a frutas, verduras y bebederos funcionales, y 1 de cada 10 venden semillas y cereales integrales. Además, 9 de cada 10 escuelas no cuentan con un comité que vigile la regulación, lo que evidencia la falta de supervisión y control en este ámbito.
Los efectos de la obesidad infantil van más allá de la salud individual de los niños y adolescentes, ya que también tienen consecuencias económicas y sociales. Con cerca de 4 millones de niñas y niños en edad escolar viviendo con obesidad, el problema exige soluciones urgentes. UNICEF México advierte que el sobrepeso y la obesidad infantil representarán una carga económica estimada en 42 billones de pesos para los próximos 65 años. Esto hace imperativo tomar medidas concretas y basadas en la evidencia científica para prevenir esta problemática.
“Nuestros niños son primero”
El llamado a la acción es claro y urgente. Las organizaciones piden a las autoridades educativas, a los legisladores y a la Secretaría de Educación Pública que se unan en favor de entornos escolares saludables. La Comisión de Educación en la cámara de Senadores ya aprobó por unanimidad la minuta de reforma a la Ley General de Educación, que busca transformar los ambientes escolares en saludables. Ahora, es el momento de tomar acciones concretas y garantizar que los derechos de niñas, niños y adolescentes a una alimentación adecuada y saludable sean una prioridad en la agenda legislativa.
Ante la inminente llegada del nuevo ciclo escolar, El Poder del Consumidor, REDIM y otras organizaciones han lanzado la campaña “Nuestros Niños Son Primero”, con el objetivo de informar a madres y padres de familia sobre la importancia de promover entornos escolares saludables y combatir la invasión de comida chatarra en las escuelas.
La lucha por revertir esta problemática y garantizar un futuro saludable para la niñez mexicana demanda acciones inmediatas y la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Con un panorama económico y de salud en juego, es imperativo que las autoridades actúen con determinación y prioricen la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes en México.