En la democracia mexicana, la política es vista como un espacio abierto, plural e incluyente, un ámbito común donde los ciudadanos participan y se reconocen mutuamente. Sin embargo, en los últimos meses, la forma de gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido declaradamente hostil a la democracia, aseguró el politólogo Isidro Cisneros.
En su columna de opinión, el analista señaló que dicho espacio público permite la expresión colectiva, visibilidad de diversos grupos sociales y es el lugar de ejercicio de los derechos de las personas, así como un medio para el acceso a la ciudadanía para aquellos marginados o excluidos.
Pese a ello, Cisneros detalló que el gobierno en turno ha mostrado una clara tendencia a privatizar y apropiarse del espacio público nacional, excluyendo a representantes de poderes Legislativo y Judicial de importantes conmemoraciones nacionales.
“Se configura así, en México, una forma de gobierno declaradamente hostil a la democracia, que legitima el despotismo como regla fundamental de la acción de los poderes públicos, que rechaza la idea republicana del Estado, que desconoce los derechos de libertad y que coloca al tradicionalismo en la base de las relaciones sociales”, expresó el politólogo.
Ruptura del orden constitucional y división de poderes
Este comportamiento, según Cisneros, ilustra una mentalidad poco democrática en la que se amenaza la ruptura del orden constitucional y la división de poderes.
Aunado a ello, recordó que en el pasado desfile del 16 de septiembre se contó con la presencia de representaciones militares de países autoritarios en eventos cívicos tradicionales, lo que refleja una forma de gobierno hostil a la democracia y que desconoce los derechos de libertad.
El fenómeno que está afectando a México, según el análisis de Cisneros, es la “tiranía electiva“. En ella, una sola persona ostenta un poder absoluto, llegando al gobierno a través de elecciones democráticas. Aunque no se presenten abiertamente como autoritarios, estos líderes recurren a comportamientos agresivos típicos del autoritarismo. Tales como el desprecio hacia el adversario y la violación sistemática de normas legales.
“La característica que ha hecho populares a los nuevos tiranos en los sistemas políticos contemporáneos, es su capacidad de imponer decisiones frente a los lentos procedimientos democráticos”, expresó.
México, con déficits en el Estado de Derecho
Datos de la organización no gubernamental “Freedom House” reflejan que a nivel global, entre 2015 y 2020, 22 países experimentaron una dramática pérdida de libertades. En 2022, solo el 20% de la población mundial vivía en una democracia, mientras que el 38% experimentaba una total ausencia de libertad. En el caso de México, se destacan graves déficits en el Estado de Derecho. Esto limita el pleno disfrute ciudadano de derechos políticos y libertades civiles.
Cisneros advierte que los sistemas en vías de democratización están viendo un crecimiento de concepciones autoritarias dentro de sus propios confines. Sin plena conciencia de los riesgos que esto implica.
“La personalización del poder como política de Estado es la expresión más inmediata de la mística del autoritarismo. Encarna el principio de que los líderes no se equivocan y que el partido siempre tiene la razón. Las derivas populistas son una respuesta a la debilidad de la democracia y a la prevalencia de los intereses de la clase política sobre las necesidades de los ciudadanos”, finalizó.
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Con información de La Crónica.