Rocío Nahle, secretaria de Energía, tiene acceso discrecional a los recursos de la refinería Olmeca, que se construye en Dos Bocas, un proyecto que se calcula costará 10 mil millones de dólares más a los planeados inicialmente.
Un proyecto imposible de auditar
Diversos medios nacionales señalan a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, por construir un entramado institucional que privilegia la opacidad en el manejo de los recursos destinados a la construcción de la refinería de Dos Bocas, con lo que se han beneficiado empresas de personas pertenecientes a su círculo más cercano.
Además, aunque Nahle insiste en que la construcción de Dos Bocas no rebasará los 13 mil millones de dólares, compañías como la asesora financiera estadounidense Bloomberg vaticinan que el proyecto tendrá un costo final de al menos 18 mil millones de dólares. Sin embargo, aun con una primera parte de la obra recién inaugurada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la información sobre el destino exacto de los recursos continúa en la sombra:
“El proyecto no cuenta con una partida presupuestaria federal, no aparece en la cartera de inversión de la Secretaría de Hacienda y no se puede ubicar en la cuenta pública. Esto implica que la refinería de Dos Bocas es imposible de auditar. (…) El hecho de que la refinería de Dos Bocas sea administrada por una compañía privada representa un problema adicional de opacidad. Bajo este esquema, los contratos con proveedores no están sujetos a la Ley de Transparencia”, señala una investigación de Código Magenta.
Contratos al “compadre”
El periódico Reforma dio a conocer en mayo de 2020 que uno de los principales contratistas de la refinería de Dos Bocas es Grupo Huerta Madre, de Arturo Quintanilla Hayek, a quien Nahle llama su compadre. Aunque el Grupo Huerta Madre de Quintanilla fue constituido apenas en mayo de 2019, Pemex Transformación Industrial invitó a la compañía a participar en una licitación restringida de la refinería de Dos Bocas y logró obtener un contrato por más de 4 mil millones de pesos.
Además, la empresa Gravas del Sureste S.A de C.V., que pertenece a los sobrinos del compadre de Nahle, Josué Quintanilla Ayache y Jaime Quintanilla Ayache, también recibió un contrato por 441.4 millones de pesos con la Administración del Sistema Portuario Nacional de Salina Cruz.
Esposo de Nahle, contratista informal de Dos Bocas
A lo anterior se suman las acusaciones sobre el esposo de la secretaria de Energía, José Luis Peña, a quien señalan como uno de los operadores informales de la adjudicación de contratos relacionados con la refinería de Dos Bocas. A Peña lo relacionan con el empresario restaurantero Daniel Flores, y se les acusa de ser los dueños de facto la empresa Proyecta Industrial de México, que es una de las compañías contratistas emergentes de la gestión de Nahle.
“Proyecta Industrial de México ha conseguido al menos dos contratos con Pemex por 159.5 millones de pesos. La compañía, además, obtuvo un contrato por 688 millones de pesos en el proyecto de la refinería de Dos Bocas, el cual fue objeto de un convenio modificatorio que, de acuerdo a la revista Proceso, elevó el monto del negocio a 2,300 millones de pesos en un plazo de apenas cuatro meses”, indica la investigación.
Además, el funcionario encargado de aprobar los contratos y sus modificaciones es Leonardo Cornejo, subdirector de Proyectos Industriales de Pemex Transformación Industrial, quien fuera mano derecha de Emilio Lozoya. Según Carlos Loret de Mola, Cornejo solía reunirse con Luis de Meneses Weyll, el exdirector de Odebrecht en México que aceptó ante la justicia brasileña haber operado un aparato de sobornos en este país.
Con información de Código Magenta