Nieto afirma que solo así se explica que la Fiscalía de Guatemala preparara un operativo contra los invitados a su boda.
A nueve meses de que Santiego Nieto saliera del gobierno federal con su renuncia a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), habla del contexto en el que se dio su separación del círculo de AMLO a El País.
La crisis de credibilidad y prestigio que había gozado, después de haber sido vilipendiado durante la administración de Enrique Peña Nieto, fueron dinamitadas por las circunstancias de su boda con Carla Humphrey, consejera del INE. El escándalo de una ostentosa fiesta en Guatemala y el aseguramiento de una maleta con miles de dólares en efectivo en un avión propiedad de Francisco Ealy, dueño de El Universal, orilló a Nieto a presentar su renuncia de manera irrevocable.
Sin embargo, el exfuncionario federal admite que no fue una casualidad que la Fiscalía de Guatemala montara un operativo en el aeropuerto y que sus invitados fueran cateados. Nieto sostiene que fue una maniobra de Alejandro Gertz Manero e incluso confiesa que sabía de la oferta de hasta 80 dólares dentro de la Fiscalía General de la República (FGR) por una foto de su boda.
“Así tal cual. Y además se solicitó información de si había aviones privados que iban a la boda. Había gente de Interpol y de la Fiscalía de Guatemala esperando a las personas que llegaban en los aviones privados. […] No había otra forma de justificar la presencia de gente de la Fiscalía de Guatemala en esos momentos”.
Santiago Nieto explica que el rompimiento con el fiscal general Alejandro Gertz Manero sucedió durante el proceso contra Emilio Lozoya, cuando este le pidió que no informara a los medios de comunicación nada que tuviera que ver con el tema de Altos Hornos de México, empresa que fue comprada a sobreprecio por Pemex. “Y eso empieza a generar tensiones”.
“Yo respeto al fiscal general. Es el fiscal general, y yo no. Lo importante es lo que se pudo hacer en los equipos de trabajo, en las más de 632 investigaciones en que se les entregó información en 2020 y las 450 en 2021. Se trabajó bien institucionalmente, con independencia de que no hubiera una buena relación entre los titulares”.
Además, admite que el caso de Gertz es inédito en cuanto a su permanencia en el cargo, pero también es cuidadoso en atribuir su perdurabilidad a que AMLO privilegia la autonomía del poder judicial. Así mismo, duda que a estas alturas el Senado lo remueva “a pesar de los desencuentros políticos que pueda haber”.
Respecto al uso político que le ha dado AGM a la FGR, Nieto habla del caso de la familia Cuevas y sostiene que fue terrible, una situación por la cual México deberá ofrecer disculpas públicas por ello.
El caso de Emilio Lozoya fue una de las investigaciones que Nieto llevó desde su origen cuando se desempeñó como titular de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEPADE), y por la cual fue dado de baja.
“El encargado de despacho de la vieja Fiscalía me pidió la renuncia. Me dijo que no lo iba a hacer público hasta que pasara el fin de semana, que me fuera a la oficina. Y cuando voy para la oficina, un periodista me manda un mensaje y me pregunta que por qué me habían dado de baja. En ese momento me sacan de los chats institucionales y me entero de que en mi oficina hay tres agentes de la Policía Federal Ministerial esperándome”.
Para el ex titular de la UIF, el caso en el presente sexenio pudo llevarse otra manera para asegurar declaraciones verídicas sobre los implicados. Sostiene que él hubiera optado por acusar a Emilio Lozoya de delincuencia organizada en lugar de asociación delictuosa; así mismo buscar la prisión preventiva en vez de hacerlo testigo protegido, con el fin de sustentar las acusaciones en su contra.
Actualmente, Nieto se encuentra trabajando con el gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villarreal, para preparar denuncias por presuntos actos de corrupción cometidos por Francisco Cabeza de Vaca y su gobierno, que va de salida.
“La primera parte fue financiera, lo que se hizo desde la UIF. Tiene que ver con defraudación fiscal, lavado de dinero, uso de recursos en efectivo importantes y la adquisición de bienes inmuebles. La segunda parte, que son las denuncias ciudadanas”.
Respecto a las denuncias que el propio Cabeza de Vaca anunció que irían contra Nieto, asegura que en lo referente a los créditos hipotecarios de los que ha echado mano, son justificables, sin embargo, precisó que “el umbral del derecho al honor que tiene un servidor público es diferente del de cualquier otro ciudadano”.
Por último, Santiago Nieto admite que sus simpatías y respaldo están con Marcelo Ebrard por una razón de lealtad y convicción personal. Se dice seguro de que México necesita un gobierno de izquierdas y aunque respeta a los otros aspirantes, tampoco se vería apoyando a un partido de oposición.
“Un Gobierno de Ebrard implicaría la continuidad de los programas sociales, lo cual es muy importante en un país con las desigualdades que tiene México. Pero además permitiría experiencias exitosas”.
Con información de El País.
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