Como parte de la estrategia de mitigación contra el COVID-19, el gobierno federal inició el diciembre pasado el Programa Nacional de Vacunación en el cual se planteó vacunar al personal de salud que estuviera en la primera línea de combate contra el virus, así como a adultos mayores.
Sin embargo, personal del sector salud privado, de todo el país, ha criticado la indiferencia del gobierno para la inmunización, pues en abril, se decidió vacunar a los docentes para acelerar el regreso a clases de manera presencial antes que terminar de vacunar a todo el sector salud.
En distintas ocasiones se han manifestado, a lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha pedido paciencia, asegura que sus argumentos son válidos, pero, la prioridad, son los adultos mayores.
El pasado 30 de abril, en su conferencia matutina, mencionó que tiene demandas de todos los sectores pidiendo la inmunización contra COVID-19, agregó únicamente que toda la población será inmunizada.
Vacunarse en el extranjero
Jaime Palacios es un médico odontopediatra residente de la Ciudad de México que, ante la indiferencia del gobierno federal, acudió a Houston, Texas, a recibir la inmunización.
Mencionó que encontrar opción de vacunación en Estados Unidos fue bastante sencillo, ya que no piden dirección que compruebe que vives allá ni una nacionalidad estadounidense pues, para ese gobierno, recibir la vacuna es un derecho.
Para él en particular, acudir a otro país a recibir la vacuna contra COVID-19 fue una necesidad y una inversión.
Por otra parte, detalla que el gremio está consciente de que el sector médico público tuvo una carga de trabajo muy fuerte durante la pandemia, pero, su profesión en específico no dejó de tener pacientes que requerían atención.
“Una parte, y nosotros lo entendemos bien, es que tengan que vacunar al sector público, eso es elemental porque al final si estaban llevando una carga de trabajo importante, mucha gente estaba requiriendo atención hospitalaria, pero habría que enfocarse también en médicos y dentistas, al igual que en enfermería de los particulares o privados porque es donde también nos llegan los pacientes”, mencionó.
Asimismo, piensa que si el plan de vacunación hubiera contemplado la comercialización de la vacuna se hubiera tenido mejor acceso a ella, el esquema hubiera sido más rápido, completo y eficaz.
Desde marzo pasado, diferentes ciudades estadounidenses comenzaron a permitir que turistas o no residentes pudieran aplicarse vacunas contra el COVID-19 en su territorio. Esto, debido al número de vacunados que hay en el país norte (más de 200 millones), y la cantidad de dosis que poseen de diferentes farmacéuticas, como Moderna, Pfizer y Johnson & Johnson. Éstas pueden aplicarse en hospitales y hasta en farmacias de conveniencia.
Hasta el momento, en México han sido aplicadas 27 millones 709 mil 853 dosis para 19 millones 327 mil 543 personas; de ellas el 62 por ciento tienen esquema completo y a 32 por ciento les resta una dosis, esto, de acuerdo al último informe de la Secretaría de Salud.