A pesar de que hubo mucho tiempo para prepararse, el gobierno federal fue negligente en el manejo de la pandemia. Los que más han pagado los platos rotos son los empleados de gobierno.
Es el caso de Pemex quien ha reportado la muerte de 314 empleados y siete trabajadores contratados de Covid-19. Eso no solo tiene más puntajes que el resto de las principales compañías petroleras del mundo juntas. También es el mayor número de empresas del mundo.
Revisando las estadísticas, un trabajador de plataforma de Pemex, tenían más del doble de probabilidades de morir por la enfermedad, que el resto de los empleados de la empresa productiva del estado.
Si bien sus políticas y procedimientos ahora son más rigurosos, Pemex todavía sufre grandes brotes. En agosto, una enorme instalación flotante de procesamiento y almacenamiento de petróleo de Pemex frente a la costa del estado de Campeche detuvo sus operaciones durante seis días debido a un brote.
Desde el inicio del sexenio, el gobierno ha presumido que Pemex será su punta de lanza para mejorar las finanzas del país, sin embargo, parece haberse olvidado de los trabajadores y darles buenas medidas de seguridad.
Tan solo en las últimas 24 horas, se registraron 55 casos y 10 defunciones por Covid-19 entre trabajadores y jubilados de Pemex, y sus familiares, para sumar ahora 15 mil 832 contagiados y mil 891 fallecidos.
Según el reporte diario del estado de salud de sus derechohabientes, Petróleos Mexicanos ha detectado 30 mil 591 personas con síntomas respiratorios, a quienes ha aplicado 20 mil 386 pruebas de diagnóstico, con las cuales se han logrado descartar nueve mil 552 casos y confirmar 10 mil 834 casos del coronavirus.