En nuestro país, aproximadamente 2.5 millones de personas se considera parte de este grupo, equivalente al 2% de la población.
Discriminación, el principal problema
En 2019, la población afromexicana ganó su reconocimiento en la Constitución y la ONU estableció el 31 de agosto como fecha conmemorativa para dar visibilidad así como prevenir y erradicar la discriminación y el racismo.
“Promover un mayor reconocimiento y respeto de la diversidad del legado, la cultura y la contribución de esa población al desarrollo de las sociedades, así como promover el respeto de sus derechos humanos y libertades fundamentales”
ONU
Elia Avendaño Villafuerte, del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la UNAM, comenta que estos son los principales problemas a los cuales se enfrentan la población afromexicana, además de la marginación económica y social.
Avendaño reflexiona sobre la importancia de aceptar que estos problemas existen y a partir de ahí elaborar desde la sociedad, el gobierno y las instituciones acciones afirmativas a fin de disminuir la brecha entre quienes tienen menos acceso derechos y oportunidades y los que poseen ciertos privilegios.
En este sentido, afirma, hay una realidad innegable y los hechos hablan por si solos:
“Las personas con tono de piel claro ocupan posiciones de toma de decisiones; y las de tez más oscura o negra, generalmente, se ubican en las áreas de servicios e informales; desarrollan actividades que son más manuales que intelectuales. Eso incrementa el estereotipo de que sólo sirven para ese tipo de trabajos, cuando en enfrentan obstáculos que les impide acceder a espacios de educación y desarrollo laboral.”
En 2015 se incluyó por primera vez en la Encuesta Intercensal una pregunta sobre la identidad afro y en esa ocasión un millón de personas se autorreconocieron como afromexicanas, negras o afrodescendientes.
Para el Censo de Población 2020, se volvió a incluir y esta vez 2.5 millones de personas, se consideraron parte de este grupo. Aunque hay presencia en la mayor parte de la república, en los estado de Guerrero y Oaxaca, se concentra el 8.58 y 4.7 % del total.
En la encuesta se estableció también factores identitarios como antepasados, costumbres y tradiciones, ya que no sólo el color o textura del cabello implica ser afrodescendiente.
Con información de Gaceta UNAM.
