En twitter se revivió el debate de la crisis que atraviesa la Biblioteca Vasconcelos en cuanto a actividades y despido de personal.
Max Arriaga: el origen de la decadencia
Desde la llegada de la 4T al gobierno federal varias dependencias han sufrido cambios, ya sean mínimos o radicales. La Biblioteca Vasconcelos como parte de la red nacional de bibliotecas fue de los recintos que más resintió el cambio de administración.
Para empezar, el despido de Daniel Goldin quien después de 6 años al frente del recinto dejó de manera abrupta la dirección entre rumores de un acto de prepotencia por parte de Max Arriaga, quien llegó a ocupar la Dirección General de Bibliotecas y es protegido de Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente del país.
Desde ese momento, los logros alcanzados en número de actividades culturales, cursos, talleres y en general, hacer del recinto un verdadero espacio para la creatividad, la cultura, el arte y la imaginación dieron contra la pared. Aunado a ello, la incertidumbre laboral representa una constante preocupación para los empleados que aún conservan sus plazas ya que muchos de ellos fueron despedidos o reemplazados por becarios de Jóvenes Construyendo Futuro, quienes además no cumplen con el perfil requerido.
En su momento, Arriaga se excusó de las múltiples fallas en los servicios así como de la falta de mantenimiento alegando reestructuración.
“Se está reestructurando la DGB así como toda la Secretaría de Cultura; se está planteando un nuevo organigrama de la dependencia, que la Secretaría dará a conocer en un par de semanas. En lo que se dan a conocer hay incertidumbre porque no se saben todavía cuáles son las direcciones, las subdirecciones, las jefaturas que tomarán el rumbo de la Vasconcelos. Además, muchos son operativos de modo que hasta no tener sus mandos medios y altos no se les puede bajar información y por eso no saben cuál es el futuro.”
Usuarios salen en defensa de la Vasconcelos
Este jueves se regresó al debate sobre el retroceso que ha vivido la Biblioteca Vasconcelos tras la participación de Max Arriaga, hoy
El aprecio y valor que tiene este espacio para los miles de usuarios que han caminado sus pasillos convocaron al hashtag #MiBibliotecaVasconcelos se convirtiera en una conversación que está aún vigente. El objetivo era invitar a compartir las experiencias más entrañables en las instalaciones y el legado que ha dejado en la vida de quienes han disfrutado de sus servicios.
Con información de El Universal.
