Un cúmulo de mentiras se ha vuelto imposible de ocultar en el actual gobierno, que llegó al poder falseando con generalidades y promesas de cambio. Sin embargo, el tiempo ha ido desnudando los dichos y revelando la realidad que enfrenta México en la actualidad.
En su columna “Sextante”, Federico Reyes Heroles señala que es falso que las familias mexicanas estén viviendo mejor en la actualidad. Los niveles de consumo apenas rozan los de 2016, lo que evidencia una situación de estancamiento económico. Además, el sistema de salud, a pesar de sus deficiencias en el pasado, funcionaba, y el brutal deterioro actual no puede ser atribuido únicamente a gobiernos anteriores.
En materia de seguridad, tampoco se han logrado avances significativos. La suma de homicidios dolosos y personas desaparecidas continúa siendo alarmante, lo que refleja un deterioro en este aspecto bajo la administración actual.
En el ámbito educativo, si bien existían carencias en el pasado, también se mostraban avances significativos en diversas áreas. Sin embargo, la creación de problemas con los libros de texto gratuitos es responsabilidad del gobierno actual.
La corrupción sigue presente, y es falso afirmar que haya disminuido. Los casos de corrupción son evidentes y están a la vista de todos.
“La mentira política no puede ser justificada”
El artículo hace un llamado a la responsabilidad y aclaración de cuentas por parte del gobierno actual. Desde el primer minuto, han mentido en diversos frentes, lo que lleva a calificarlos como “perversos”. La mentira política no puede ser justificada, ya que socava la confianza de los gobernados y atenta contra la transparencia que se espera de un líder.
Reyes Heroles explica cómo la mentira en política se diferencia de la ficción literaria, ya que los políticos están obligados a hablar del futuro y a cumplir con sus promesas. Quienes mienten desde el poder son señalados como perversos, ya que su conducta es equivalente a una acción fraudulenta.
La exigencia hacia los gobernantes es que se conduzcan con la verdad y no falseen información. Solo así los ciudadanos pueden comprender el por qué de las decisiones tomadas y mantener la confianza en sus líderes. Ocultar información y manipularla es un acto de engaño y fraude hacia la población.
Este llamado a la desmentida y a la transparencia pone en relieve la importancia de la honestidad en el ejercicio del poder y la responsabilidad de los gobernantes para con la sociedad a la que sirven.