Fuera civiles de la Guardia Nacional; se avecina despido masivo en la corporación

Permanecerían sólo efectivos de origen militar

Lo que parecía ser una transición sin sobresaltos de la Policía Federal (PF) a la Guardia Nacional (GN) en México está tomando un giro inesperado, con la posibilidad de un despido masivo de agentes que una vez sirvieron en la extinta PF. Un documento filtrado y dado a conocer por María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, arroja luz sobre los preparativos para separar del servicio a estos agentes, un movimiento que plantea preguntas sobre su futuro y, de manera preocupante, sobre la posibilidad de que algunos se unan a las filas de la delincuencia organizada.

En julio de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador había declarado que la PF “estaba echada a perder”, pero también aseguró que no habría despidos cuando sus miembros fueran transferidos a la GN. Sin embargo, todo indica que esta afirmación podría no cumplirse.

El documento filtrado, fechado en agosto de 2023, establece que se está considerando el despido de agentes que anteriormente formaban parte de la Policía Federal y que ahora integran la Guardia Nacional. Se menciona que esta medida se toma debido a la consideración de que ciertos miembros son “innecesarios” en esta institución de seguridad pública.

Entre los aspectos que se deben aclarar, el documento solicita información sobre el procedimiento para llevar a cabo estos despidos, la figura jurídica bajo la cual se llevarán a cabo, las etapas del proceso, los costos asociados y los posibles escenarios de inconformidad y recursos legales que podrían surgir entre los agentes afectados.

Esta noticia ha generado inquietud en diversos sectores, especialmente entre aquellos agentes de la PF que han pasado controles de confianza, han acumulado años de servicio en carreteras y poseen títulos académicos, incluyendo maestrías y doctorados. La pregunta que persiste es por qué se estaría prescindiendo de estos elementos con experiencia y formación, y qué consecuencias podría tener esta decisión. La respuesta podría estar en que se pretende que sea una corporación constituida al cien por ciento por elementos de origen militar.

La filtración de este documento ha suscitado un intenso debate sobre el futuro de estos agentes y el impacto que podría tener en la seguridad pública del país. Además, plantea la preocupante posibilidad de que algunos de los agentes despedidos puedan considerar otras opciones, incluyendo la tentación de unirse a las filas de la delincuencia organizada en busca de oportunidades económicas y de carrera.

En un momento en que la seguridad en México es una preocupación constante, el destino de estos ex agentes de la Policía Federal y su posible incorporación a las organizaciones criminales plantea un dilema complejo para las autoridades y resalta la necesidad de una planificación cuidadosa en el proceso de reestructuración de las fuerzas de seguridad.

El oscuro camino hacia el crimen organizado

En un preocupante fenómeno que está cobrando fuerza en varios países, ex militares y ex policías están siendo reclutados por organizaciones criminales, lo que plantea graves desafíos de seguridad y plantea interrogantes sobre las condiciones laborales y sociales que enfrentan estos individuos una vez que dejan el servicio oficial.

Un cambio de lealtades

El proceso de reclutamiento de ex militares y ex policías por parte del crimen organizado es un tema que ha captado la atención de autoridades y expertos en seguridad en todo el mundo. Estos individuos, que alguna vez juraron defender la ley y proteger a la sociedad, ahora se encuentran en el lado opuesto de la balanza.

Este fenómeno se ha observado en diferentes países, y México no es la excepción. Ex militares y ex policías son tentados por organizaciones criminales con ofertas de salarios sustanciales, poder, y un sentido distorsionado de pertenencia. Esto plantea un doble desafío para las autoridades, ya que no solo deben lidiar con la creciente sofisticación y poder de estas organizaciones, sino también con el conocimiento interno que estos individuos poseen sobre las operaciones y tácticas de las fuerzas de seguridad.

Factores que contribuyen al reclutamiento

Varios factores pueden contribuir al reclutamiento de ex militares y ex policías por parte del crimen organizado. Entre ellos se encuentran:

Desempleo y falta de oportunidades: La transición de una carrera militar o policial a la vida civil puede ser difícil, y muchos ex miembros enfrentan dificultades para encontrar empleo. Las organizaciones criminales ofrecen salarios atractivos en comparación con otras oportunidades laborales.
Desencanto y corrupción: Algunos ex militares y ex policías pueden sentirse desencantados con sus instituciones anteriores debido a la corrupción interna, la falta de apoyo y las difíciles condiciones laborales. Esto puede hacer que sean más susceptibles a las ofertas del crimen organizado.
Acceso a armamento y entrenamiento: Estos individuos tienen conocimientos y habilidades valiosas en términos de armamento y tácticas, lo que los convierte en activos atractivos para las organizaciones criminales.

Respuesta de las autoridades

Para combatir este creciente problema, las autoridades deben abordar tanto las causas subyacentes como las consecuencias del reclutamiento de ex militares y ex policías por parte del crimen organizado. Esto incluye:

Apoyo en la transición: Brindar programas de transición efectivos que ayuden a los ex miembros a reintegrarse en la sociedad y encontrar oportunidades laborales legítimas.
Lucha contra la corrupción: Abordar la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad para reducir el desencanto y mejorar las condiciones laborales.
Mejora de la seguridad: Reforzar las medidas de seguridad y supervisión para prevenir el robo de armas y municiones de instituciones militares y policiales.
Cooperación internacional: Trabajar en colaboración con otros países para rastrear y detener el flujo de ex militares y ex policías hacia organizaciones criminales.

El reclutamiento de ex militares y ex policías por parte del crimen organizado es un desafío complejo y preocupante que requiere una respuesta multifacética. Abordar las causas subyacentes y brindar oportunidades viables para los ex miembros es esencial para combatir este fenómeno y preservar la seguridad y el orden en la sociedad.