Entrevista en “Voces en Red”con Miguel Álvarez Gándara, experto en seguridad y constructor de Paz
En medio de una implacable ola de violencia que ha crecido de manera incontrolable en los cinco años de la actual administración federal, surge un reclamo social auténtico: el grito desesperado por la seguridad, pero principalmente por la paz.
La inseguridad y la violencia se han convertido en un cáncer que ha corroído a la sociedad mexicana, dejando un rastro de sufrimiento y desesperanza. El país enfrenta una crisis que parece no tener fin, y mientras los índices de criminalidad siguen al alza, las voces que claman soluciones efectivas se multiplican.
En este contexto, Miguel Álvarez Gándara, cofundador de la Asociación Civil “Servicios y Asesoría para la Paz” (SERAPAZ), ha emergido como una voz destacada en la búsqueda de respuestas a esta problemática. Advierte que el dolor social se ha multiplicado año con año durante una administración que había prometido atender primero a los más desfavorecidos, pero que ha dejado al descubierto su verdadero rostro: echar a las clases más vulnerables “la basura” que desde el gobierno federal se arroja al dejarlas a merced de las organizaciones criminales, sin acceso a la justicia y con programas sociales clientelares, amen de que se han dedicado a promover la polarización.
La magnitud de esta crisis se ha vuelto evidente en las estadísticas de violencia que han asolado al país durante los últimos cinco años. Con cerca de 180 mil homicidios dolosos, en su mayoría ejecuciones, y 11 feminicidios al día, México enfrenta una escalada de violencia que ha dejado al descubierto la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de sus ciudadanos. Además, se reportan más de 111 mil desaparecidos y jóvenes secuestrados por cárteles que los reclutan a la fuerza, amenazando con arrebatarles la vida si no acceden.
Uno de los principales derechos humanos es el derecho a la vida y el derecho a la seguridad física y patrimonial, y para ello urge que México recupere la paz. En medio de esta crisis, las víctimas han emergido como un nuevo actor en el escenario nacional. Han pasado del dolor individual al nosotros colectivo y han movido estructuras y voluntades que no habían logrado en la lucha de los movimientos sociales.
En entrevista exclusiva para el programa “Voces en Red”, de Ciudadanos en Red, Álvarez Gándara destaca que estas víctimas, impulsadas por el amor a sus seres queridos, han logrado generar un cambio en la percepción de la sociedad y han cuestionado el discurso gubernamental que prometía representar a los más desfavorecidos. En lugar de abrir espacios para la participación desde abajo, esta administración ha pedido a las víctimas que confíen en sus acciones, dejando a un lado la verdadera problemática que aqueja al país.
En sus palabras, el gobierno del presidente López Obrador prometió cumplir las demandas más sentidas de la sociedad, sobre todo de la población más vulnerable, pero lejos de eso, los ha desdeñado: “acá arriba nos encargamos de estar en todo, pero la basura la echaron para abajo, y abajo está el drama que no se ve en las mañaneras”, un espacio donde se ha buscado controlar la narrativa y mostrar un México diferente al que experimentan miles de ciudadanos a diario.
México: En busca de la transformación real y serena
En medio de un panorama político y social convulso, la voz de Miguel Álvarez Gándara, cofundador de la resuena con una llamada a la reflexión y la búsqueda de una transformación auténtica en México, porque en su opinión, “la cuarta transformación no ha sido lo que se esperaba”.
La transformación que México necesita, según Álvarez Gándara, es real, pero la actual administración no ha cumplido con las expectativas que se tenían en cuanto a su alcance y profundidad. En lugar de abordar las causas fundamentales de los problemas del país, se ha apostado por estrategias, programas sociales y obras que no han logrado abordar todas las dimensiones de un cambio verdaderamente estructural y sustantivo.
“Necesitamos recuperar el sentido de la transformación para ir más a fondo y más allá de lo que puede hacerse desde el Gobierno. La ruta hacia el cambio, dice, no está equivocada, pero la estrategia adoptada no ha sido la adecuada para abordar los retos reales que enfrenta México”.
Miguel ´Álvarez Gándara
Una de las preocupaciones fundamentales de Miguel Álvarez es la polarización que se ha generado en el país como resultado de esta estrategia.
“Los mexicanos somos mejores para la sonrisa y la solidaridad, la broma y el caminar juntos, compadre, aunque pensemos distinto, nos tenemos entre nosotros. La polarización política y social ha dividido a la sociedad mexicana y ha erosionado el tejido social que históricamente ha unido a las familias, amigos y comunidades”.
Miguel ´Álvarez Gándara
Para el experto en temas de seguridad y justicia, vivimos no solo un calentamiento ecológico, sino también un calentamiento social y político. En medio de este contexto, la paz se convierte en un bien necesario y urgente para la sociedad mexicana. La serenidad y la calma son elementos esenciales para abordar los desafíos actuales de manera efectiva y para encontrar soluciones a los problemas que aquejan al país.
La ciudadanía como agente de cambio: Recuperando la Paz en México
En medio de esta creciente ola de violencia que ha sacudido a México en los últimos años, la pregunta se hace cada vez más urgente: ¿cómo podemos recuperar la paz y la justicia en nuestra sociedad? Para Miguel Álvarez Gándara, cofundador de la Asociación Civil “Servicios y Asesoría para la Paz” (SERAPAZ), la respuesta radica en la acción ciudadana.
Álvarez Gándara sostiene que la responsabilidad no recae únicamente en el Estado, sino que la sociedad también debe desempeñar un papel activo en la búsqueda de soluciones. No se trata solo de exigir o reclamar derechos, sino de reconstruir un sentido de paz, justicia y desarrollo que vaya más allá de la seguridad.
En un país marcado por la violencia y la presencia del crimen organizado, Álvarez Gándara advierte sobre la importancia de llenar los vacíos que ha dejado la ciudadanía y presencia civil. Cuando la sociedad se retira de estos espacios, el crimen organizado encuentra la oportunidad de ganar terreno, incluso en disputas territoriales y rutas de delitos diversos.
“Nos toca como ciudadanos no solo reclamar al Estado, sino ser actores que llenen ese vacío. No se trata de recurrir a la violencia o la fuerza, sino de ocupar esos espacios con lógica de diálogo y participación activa. Al hacerlo, se puede restar influencia y poder al crimen organizado, que ha encontrado oportunidades donde la ciudadanía se ha retirado”.
Miguel Álvarez Gándara
Urge un cambio de régimen; un cambio ideológico
En medio de este escenario la necesidad de un cambio de ideología en el gobierno de México se vuelve esencial, según Miguel Álvarez Gándara, cofundador de la Asociación Civil “Servicios y Asesoría para la Paz”.
Álvarez Gándara sostiene que el país requiere un régimen que otorgue a los ciudadanos no solo el poder del voto, sino también el poder de la aportación política y la participación activa. Esto implica un cambio fundamental en la forma en que la sociedad se involucra en la toma de decisiones y en la construcción de soluciones para los desafíos que enfrenta.
El objetivo no es solo la participación partidaria, sino la construcción de un equilibrio de actores y fuerzas que reactiven lo social, lo cultural y lo político. Este enfoque busca combatir la parálisis y la apatía que prevalecen en la sociedad mexicana, condiciones que favorecen la presencia y la influencia del crimen organizado.
Álvarez Gándara enfatiza que la democracia no se limita a eventos electorales, sino que es una dinámica que implica relaciones sociales activas y participación ciudadana constante. Es un proceso que va más allá de la alternancia en la presidencia y que aún no se ha experimentado plenamente en México.
La paz, según Álvarez Gándara, no se reduce únicamente a la ausencia de violencia extrema, sino que también involucra la construcción de relaciones sociales más armoniosas y participativas. Es un proceso que requiere un cambio de ideología en el gobierno y la promoción activa de la participación ciudadana en todos los niveles de la sociedad.
Elecciones como punto de partida
Para Miguel Álvarez Gándara, cofundador de la Asociación Civil “Servicios y Asesoría para la Paz” (SERAPAZ), las próximas elecciones se perfilan como un punto de partida para buscar un cambio fundamental en la sociedad, destaca la importancia de ir más allá de la lógica electoral y de los partidos políticos.
Álvarez Gándara señala que el sistema de justicia en México enfrenta graves desafíos, con un aumento en los casos de desapariciones y crímenes que generan reclamos y denuncias que parecen no mover hacia un cambio significativo. La sociedad se siente atrapada en una situación en la que no se ha logrado vivir plenamente bajo el Estado de Derecho ni experimentar un sistema de justicia eficaz.
En este contexto, las elecciones vuelven a ocupar un lugar central como el camino a seguir para el cambio. Sin embargo, Gándara argumenta que la democracia en México no ha trascendido la lógica electoral y de los partidos políticos. Es necesario ir más allá de la estrecha visión electoral y abrir la realidad a un debate público y social más amplio.
El activista sostiene que después del periodo electoral, existe la esperanza de que se genere una nueva dinámica de participación social. Diversos sectores de la sociedad, incluyendo a mujeres, jóvenes, indígenas, ambientalistas, campesinos y obreros, deberán impulsar agendas que busquen condiciones para un cambio de fondo en el país.
Necesidad de una nueva estrategia de seguridad
Ell cofundador de la Asociación Civil “Servicios y Asesoría para la Paz” (SERAPAZ), hace un llamado a replantear la estrategia de seguridad en el país. Destaca que es necesario adoptar una estrategia de seguridad orientada por criterios de seguridad humana en lugar de centrarse exclusivamente en la seguridad policial. Para lograrlo, es esencial vincular la seguridad con la justicia y la paz, buscando construir un marco de seguridad que promueva la resolución pacífica de conflictos en lugar de la confrontación.
El activista cuestiona la efectividad de la estrategia conocida como “abrazos, no balazos”, argumentando que, si bien puede servir como un freno, el crimen organizado ha ganado bases sociales en el país. En lugar de recurrir a la fuerza, Álvarez Gándara enfatiza la importancia de crear condiciones para que las comunidades vulnerables encuentren alternativas a la violencia.
El experto subraya que esto solo será posible con la participación activa de la sociedad civil en diversos ámbitos, como la educación, el deporte, los derechos humanos y las universidades. Además, destaca el papel fundamental de los jóvenes en este proceso, alentándolos a involucrarse y expresar su descontento con la situación actual.
La delgada línea entre seguridad y Paz
Así, en medio de una profunda crisis de seguridad y desigualdad que ha marcado a México en los últimos años, el experto en temas de seguridad, Miguel Álvarez, subraya la necesidad de distinguir entre la seguridad y la paz en el país.
Álvarez plantea la idea de que, aunque la seguridad puede describir la difícil situación que enfrenta México debido a una crisis estructural de violencia y desigualdad, esta crisis ha generado vacíos que el crimen organizado ha llenado de manera eficaz. Lo que alguna vez fue un actor especializado principalmente en el narcotráfico, ahora se ha diversificado para abarcar los 24 delitos que configuran el crimen organizado, incluyendo la desaparición forzada, el secuestro, la trata de personas y el cobro de piso, entre otros.
El país se encuentra ante la difícil tarea de distinguir entre la seguridad, que a menudo se asocia con medidas policiales y represión, y la paz, que implica un estado de armonía social y justicia. La búsqueda de la paz es un desafío complejo que va más allá de la mera implementación de estrategias de seguridad.
La crisis actual demanda un enfoque más amplio que aborde no solo la violencia, sino también las raíces estructurales de la desigualdad y la marginación que han contribuido a la proliferación del crimen organizado.Las reflexiones de Miguel Álvarez ponen de relieve la necesidad de reevaluar las políticas de seguridad en México y considerar estrategias que promuevan la paz y la justicia a largo plazo.
Un grito desesperado
Miguel Álvarez Gándara, señala que durante esta administración, la cual prometió priorizar a los más desfavorecidos, la realidad ha dejado al descubierto su verdadera naturaleza al dejar a las clases más vulnerables a merced de las organizaciones criminales y sin acceso a la justicia. El resultado ha sido la polarización y un dolor social que se ha multiplicado año tras año.
Álvarez advierte que la violencia y la desigualdad han creado un escenario complejo, generando vacíos en la sociedad que han sido hábilmente ocupados por el crimen organizado, que ha ampliado su alcance más allá del narcotráfico para abarcar una amplia gama de delitos, desde desapariciones hasta el cobro de piso.
En este contexto, Álvarez plantea la distinción entre seguridad y paz, y hace un llamado a la ciudadanía para que participe activamente en la construcción de la paz en el país. Señala que mientras la seguridad se asemeja a un grito de auxilio ante el dolor y el miedo, la paz es un llamado a resolver las causas profundas de la violencia y las desigualdades estructurales.
“El grito de la seguridad es necesario, pero el grito de la paz va más allá. Nos insta a abordar las causas subyacentes de la violencia y a asegurarnos de que no vuelva a ocurrir”.
Miguel Álvarez Gándara
Finalmente, Álvarez subraya la importancia de que la sociedad civil no se limite a exigir al Estado que resuelva los problemas, sino que también se involucre activamente en la construcción de la paz.
“Cuando existe un vacío de ciudadanía y participación civil, el crimen organizado lo llena. No necesitamos recurrir a la violencia, sino llenar ese espacio con diálogo y participación activa”.
Miguel Álvarez Gándara
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