El juramento perenne: homenaje a la Constitución desde la pluma de José Elías Romero Apis
En el trasfondo de la celebración anual de nuestra Constitución política, el abogado y político José Elías Romero Apis rinde su modesto homenaje a la magna carta de México, destacando la importancia de no solo conmemorarla y reformarla, sino de respetarla en su totalidad.
Romero Apis, un devoto constante de la Constitución, comparte su conexión personal con este documento, revelando su dedicación en el bufete, en la cátedra universitaria de derecho constitucional y en varios libros que ha escrito sobre el tema. Su historia con la Constitución es un testimonio de respeto y devoción, marcada por la influencia del maestro Antonio Martínez Báez y la amistad con destacados constitucionalistas y ministros.
El abogado aborda su admiración por los episodios históricos constitucionales, prefiriendo las convenciones y congresos a las batallas. Destaca la importancia de la Carta Magna en Inglaterra y la Constitución de Cádiz en España sobre las victorias militares que precedieron a estas gestas.
Haciendo hincapié en la defensa de la Constitución por líderes como Lázaro Cárdenas y John F. Kennedy, Romero Apis subraya que la verdadera grandeza de un gobernante radica en su respeto por las leyes fundamentales. Cárdenas expropió el petróleo y Kennedy intervino en Alabama no por intereses personales, sino por la defensa de la Constitución ante insolencias y desafíos a la Suprema Corte.
Romero Apis introduce el concepto de “templarios de la Constitución”, una legión incansable e invencible que se enfrenta a aquellos que consideran la Constitución un estorbo para sus ambiciones. Advierte sobre las propuestas engañosas que ofrecen un mal presente a cambio de un futuro supuestamente brillante, una promesa que ha caracterizado a todas las dictaduras.
En el contexto actual, plantea una disyuntiva significativa: la aparente cercanía al triunfo de la democracia o la amenaza inminente de una dictadura. Citando a Voltaire, que mientras más obedezcamos a las leyes, menos tendremos que obedecer a los gobernantes. Su mensaje resuena como una llamada a la vigilancia y al respeto constante de la Constitución para evitar la trampa de las promesas ilusorias y preservar la democracia que hemos construido con tanto esfuerzo.
Leer “Los templarios de la Constitución”, de José Elías Romero Apis, en Excélsior