La semana pasada en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 los esgrimistas estadounidenses Jake Hoyle, Curtis McDowald y Yeisser Ramirez protestaron por la presencia del suplente del equipo olímpico Alen Hadzic, quien ha sido acusado por abuso sexual.
Durante las presentaciones para la competencia de espada por equipos, los atletas usaron cubrebocas rosas en apoyo de las víctimas de agresión sexual, mientras Hadzic se quedó con uno negro.
El atleta olímpico ha sido acusado de abuso sexual por tres mujeres esgrimistas entre 2013 y 2015.
El pasado 2 de junio, el deportista fue suspendido temporalmente de la esgrima por el Center for SafeSport, una organización independiente creada en 2017 para proteger a los atletas del abuso sexual, emocional y físico.
Hadzic, quien ha negado las acusaciones, apeló a un árbitro, quien dictaminó que la suspensión era “inapropiada para las acusaciones”.
El abogado de Hadzic, Michael Palma, expresó a The New York Times que nunca cometió esas agresiones ni había sido acusado o demandado civil o penalmente de violación o conducta inapropiada.