El pronóstico para nuestro país es bajo comparado con el que se tiene para el resto de la región de América Latina y el mundo.
Pronóstico dista del esperado por AMLO
El Banco de México presentó su informe Perspectivas Económicas Mundiales en el que ajusta a la baja su expectativa de crecimiento del PIB para México de 2.1% a 1.7%.
Esta estimación es inferior en comparación a la previsión general para la región de América Latina y el Caribe que se espera sea de 2.5%, arriba del 2.3% proyectado.
De esta forma el BM se suma a la OCDE, HR Ratings y FMI que ubican la economía mexicana a la baja debido, principalmente, al contexto de incertidumbre generada por las tensiones en Europa, la pandemia de Covid-19 y los altos nieles de inflación.
Para el siguiente año, los cálculos apuntan a 1.9% dependiendo de la política monetaria, el aumento de la inflación, la incertidumbre política y la desaceleración de Estados Unidos.
La expectativa de crecimiento para este año prevista por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) está en 3.4%, misma que ya ha sido calificada de optimista y difícil de conseguir ante la coyuntura actual.
La tormenta perfecta
En cuanto al panorama general, el Banco advirtió que la guerra entre Rusia y Ucrania ha impactado fuertemente en los altos niveles de inflación.
“Los ingresos de exportación y la situación fiscal de algunos países exportadores de productos básicos de la región han beneficiado, pero los efectos económicos positivos son superados por el aumento de los precios al consumidor, el sentimiento más débil y aumento de las tasas de interés nacionales y mundiales”.
La consecuencia es que el crecimiento económico promedio a nivel mundial se ubicará en 2.9% este año, menor a la expectativa que se tenía en enero de 4.1 %.
“La guerra en Ucrania, los confinamientos en China, los trastornos de la cadena de suministro y el riesgo de estanflación afectan el crecimiento. Para muchos países, será difícil evitar la recesión. Los mercados están expectantes, por lo que es urgente fomentar la producción y evitar las restricciones comerciales. Se requieren cambios en las políticas fiscales, monetarias, climáticas y de endeudamiento para contrarrestar la asignación inadecuada de capital y la desigualdad”.
David Malpass, presidente del Banco Mundial.
Con información de El Economista.