La Comisión de Ahorro para el Retiro indicó que en agosto los retiros de ahorros alcanzaron un máximo anual de 2 mil millones de pesos.
La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) reportó que en agosto los retiros por desempleo que los trabajadores del país realizaron de su cuenta de ahorros para el retiro llegaron a los 2 mil 82 millones de pesos anual.
Esto significa un 6.55 % más que el mismo mes del año pasado, cuando la cifra se ubicó en mil 954 millones de pesos. Así como el registro más alto en la historia y el segundo después de octubre de 2020, durante la pandemia por COVID-19, con un retiro de 2 mil 094.9 millones de pesos.
Debido a este contexto inflacionario, el 55 % de la población ha variado o suspendido hábitos de consumo, sobre todo en artículos considerados de “lujo” como ropa, productos de belleza y dispositivos tecnológicos, además de comprar en mayoreo para obtener algún ahorro.
Consar señala que el total de esta cantidad fue solicitada por 169 mil 437 personas, lo que significa que cada una retiró un promedio de 12 mil 288.9 pesos.
De enero a agosto, un millón 268 mil 812 personas desempleadas solicitaron 14 mil 824.33 millones de pesos a su afore, lo que significó 3.22 % más respecto al mismo periodo de 2021 y un monto individual promedio de 11 mil 683.6 pesos.
Es importante señalar que los ahorros solo pueden realizarse una vez cada cinco años y cuyas consecuencias negativas para la afore se reflejan en la cantidad de pensión que recibirán en el futuro, así como una reducción del tiempo de cotización al sistema de ahorro, entre otros.
La clase trabajadora debe enfrentarse al encarecimiento de productos básicos resultado de la inflación, la mayor en 20 años, lo que incrementa la precariedad y, por lo tanto, la informalidad. La encuesta de la consultora EY confirma este panorama, sus datos indican que el 55 % de la población económicamente activa utiliza su presupuesto familiar para adquirir solamente productos esenciales y de marcas económicas.
“Las personas están migrando a marcas más económicas (downtrading) y vuelven a las tiendas a medida que priorizan lo esencial en medio del encarecimiento del costo de vida”.
En el último año, los consumidores han mostrado menos interés en tendencias relacionadas con moda y belleza e innovaciones tecnológicas con la finalidad de maximizar el valor de su patrimonio actual. Más de la mitad se muestra preocupado por el aumento en el costo de la canasta básica y otros productos indispensables del hogar.
Por su parte, NielsenIQ señala que el 86 % de los consumidores mexicanos percibe un impacto en el empleo, 52 % se encuentra en una situación financiera empeorada y 67 % declara un impacto negativo en sus ingresos familiares. Mientras el 38 % dijo que gastará menos en estos servicios en los próximos tres a cuatro meses.
Igualmente están poniendo más atención en el costo de la luz, el gas y el agua.
Con información de La Razón.
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