La incertidumbre global por el panorama económico se agudiza con la amenaza de una recesión en Estados Unidos a final de año.
Pausa al crecimiento
Una recesión económica es identificada como el lapso en que una economía detiene su crecimiento y comienza a contraerse. La pandemia de COVID-19 fue un factor de decrecimiento cuando las medidas para contenerla forzaron a parar miles de actividades económicas.
A dos años de iniciada la contingencia sanitaria, el mundo vive en un contexto de inflación agudizado a la guerra Rusia-Ucrania y demoras en las cadenas de suministro que han provocado el alza en los precios de energéticos y alimentos.
A este panorama se enfrentan las economías del mundo y la preocupación de economistas es que la principal potencia, Estados Unidos, entre en recesión debido a una desaceleración económica y las altas tasas de interés para combatir la inflación que ha implementado la Reserva Federal de Estados Unidos. Aumentos aprobados para tratar de mitigar las presiones al alza de precios, lo que deja como consecuencia una baja en el consumo.
“Los ciudadanos tienen que pagar más intereses en sus créditos al consumo, los créditos hipotecarios, en tarjetas de crédito, y entonces también tienen menos disponibilidad para gastar”.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica.
Caída en acciones y materias primas
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, explica que los mercados están anticipándose a este episodio y se puede ver reflejado en la caída de los precios de las acciones y las materias primas.
“La inflación y la caída del mercado accionario pueden inducir a una recesión; pero todavía hay indicadores económicos que muestran fortaleza en la economía norteamericana, como por ejemplo el mercado laboral, por lo que no se espera que el escenario de recesión sea inmediato”.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica.
Precisó que la duración de la recesión dependerá de cómo evolucione la guerra entre Rusia y Ucrania, así como la aparición de nuevas variantes de COVID y sus respectivas olas de contagio.
Pegará fuerte a México
El impacto de una recesión en Estados Unidos será importante ya que nuestro país es uno de sus principales socios comerciales. La afectación más fuerte será en remesas y exportaciones, que habían sido uno de los factores de recuperación.
“Una recesión en Estados Unidos implica que se te apaga el ‘motor externo’ de la economía mexicana, que son las exportaciones del campo y las manufactureras, además de las remesas”.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica.
La calificadora de riesgo Moody´s Investors Service consideró que una recesión afectará la perspectiva de crecimiento económico de México.
Con información de El Financiero.
